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Instalarán placas solares fotovoltaicas en el cementerio de Montjuic en Barcelona

Nos enteramos por el diario Avui que Jordi Valmaña, director de Cementiris de Barcelona, reveló ayer la intención de instalar placas solares fotovoltaicas en el camposanto barcelonés de Montjuic.
La idea, aún en fase de estudio de viabilidad técnica, es instalar 3.

000 metros cuadrados de placas encima de los bloques de nichos del cementerio.

Concretamente, la zona del cementerio que se destinaría a ello es la conocida como de Santa Eulàlia, en la parte baja del mismo.
Por lo visto, el Ajuntament de Barcelona ha recibido ya ofertas de diferentes empresas interesadas en la explotación del espacio.

¿Cuándo se empezarán a instalar? Pues según Jordi Valmaña, “cuanto antes mejor, pero todo depende de la viabilidad técnica”.
Se da la circunstancia que hace unos meses saltó a la luz pública la noticia de que en el cementerio de Santa Coloma, población colindante con Barcelona por su límite norte, se iban a instalar 462 paneles solares sobre sus nichos para generar energía.
Se convertía así en el primer camposanto del estado español en usar el espacio sobre las tumbas para producir electricidad limpia.

Parece que Montjuic será el segundo.
Uno de los mayores problemas que suscita la generación eléctrica por paneles solares es que precisan de bastante espacio.
Especialmente, si el tipo de explotación es una huerta solar en suelo.
En cambio, aprovechar cubiertas y techos es una opción que no sólo se tiene en cuenta, sino que se ve ahora favorecida por algunas decisiones de las administraciones y, también, tentada por parte de promotoras dispuestas a alquilarte el techo de tu casa.
Pues bien, los cementerios, que son de propiedad municipal en España, nos parecen un ocurrente pero acertado hallazgo para la instalación de placas fotovoltaicas.
Se trata de terreno público, el impacto visual es muy pequeño, y su colocación, en lo alto de los bloques de nichos, no perturba el espacio de recogimiento del cementerio.
Pues nada, los ecologistas catalanes ya sabemos dónde nos tienen que enterrar.
A poder ser, en un ecoféretro o en una urna cineraria biodegradable.
Vía

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