La escena se desarrolla en el Medicine Bow National Forest, en el estado estadounidense de Wyoming, pero mucho se teme que podría suceder en cualquier bosque.
Grant Frost, biólogo de habitat terrestre, inspecciona un árbol en busca de señales de la presencia de escarabajos.
La masa de pinos parece viva, pero dentro de ella hay ejemplares que no son más que cadáveres de color marrón.
Los escarabajos han estado allí.
Una plaga de escarabajos está abriéndose paso a lo largo de los estados de Colorado y Wyoming, en el Norte de Estados Unidos.
Si nada los detiene, sólo 10% de los pinos sobrevivirá.
Incluso los árboles más pequeños podrían perecer masticados por las mandíbulas de estos insectos.
Las consecuencias medioambientales de esta plaga podrían incluir un incremento del calentamiento global, incendios más grandes y cambios en el suministro de agua.
Los escarabajos del pino han estado comiéndose los bosques nacionales de Estados Unidos durante años.
Es parte de un proceso ecológico que, a la larga, beneficiará a los bosques en términos de regeneración.
El problema es a corto y mediano plazo, pues incluso árboles jóvenes están siendo devorados.
Además, hay varios tipos de escarabajos convergiendo en el mismo lugar.
Entre ellos el más agresivo de todos, el escarabajo del pino de montaña.
Normalmente, este escarabajo se alimentaría del tronco principal del árbol, dejando las otras partes a otros insectos.
Pero la población es tan grande que están comenzado a atacar árboles más pequeños.
La buena noticia es que muchas especies se benefician de estos cambios en el bosque, entre ellas el alce y los pájaros carpinteros, especies que dependen de espacios abiertos dominados por la hierba.
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