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¿Están los gigantes del comercio electrónico chino comprometiendo la seguridad por ganancias? Dentro de la investigación a Shein y Temu

En un panorama de comercio electrónico en crecimiento, donde los bajos precios y la conveniencia son fundamentales, plataformas como Shein y Temu han ganado una popularidad explosiva

En un panorama de comercio electrónico en crecimiento, donde los bajos precios y la conveniencia son fundamentales, plataformas como Shein y Temu han ganado una popularidad explosiva, ofreciendo una amplia gama de productos, desde moda hasta artículos para el hogar, con entregas ahora extremadamente rápidas a través de servicios de mensajería como iMile o China Post. Sin embargo, este ascenso meteórico ha venido acompañado de inquietantes preguntas sobre la seguridad de los productos, especialmente cuando se trata de artículos para bebés y niños pequeños. Reguladores federales en los Estados Unidos están pidiendo una investigación sobre estas plataformas, expresando preocupación de que los consumidores puedan acceder fácilmente a productos que violan las regulaciones de seguridad estadounidenses.

En el centro de esta controversia se encuentra la accesibilidad de productos como los protectores acolchados para cunas, que fueron prohibidos por el Congreso en 2022 debido al riesgo de asfixia en los bebés. A pesar de esta prohibición, informes indican que estos productos peligrosos siguen estando disponibles en Shein y Temu, lo que ha llevado a los reguladores de seguridad federales de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de los Estados Unidos (CPSC, por sus siglas en inglés) a solicitar una acción inmediata. Los comisionados Peter A. Feldman y Douglas Dziak enfatizaron en una carta la necesidad de investigar si estas plataformas están priorizando las ganancias sobre el bienestar de los consumidores estadounidenses.

Moda rápida y riesgos rápidos

El auge de plataformas como Shein y Temu ha sido impulsado por su capacidad de ofrecer una gran selección de productos a precios extremadamente bajos. Para los consumidores, esto significa acceso a todo, desde ropa de moda hasta productos para bebés, con solo hacer clic en un botón. Pero para los reguladores, el mismo modelo que ha impulsado su éxito—cadenas de suministro globales, tiempos de producción rápidos y costos operativos bajos—puede ser también su talón de Aquiles.

La preocupación no se limita a un puñado de productos; se extiende a la estructura fundamental de estas plataformas, que a menudo dependen de miles de vendedores externos. En muchos casos, estos vendedores operan con una supervisión mínima, lo que dificulta garantizar que todos los productos cumplan con los estándares de seguridad de los Estados Unidos. Sin controles estrictos, los productos inseguros pueden pasar desapercibidos y llegar a los hogares estadounidenses, poniendo en riesgo a los consumidores, especialmente a los niños.

Temu ha respondido afirmando que exige a todos los vendedores cumplir con las leyes y regulaciones aplicables, incluidas las relacionadas con la seguridad de los productos. De manera similar, Shein ha invertido millones de dólares para mejorar sus programas de cumplimiento global y ha desarrollado asociaciones con agencias de pruebas de renombre para garantizar que sus productos sean seguros. A pesar de estas garantías, el hecho de que los artículos prohibidos sigan disponibles en sus plataformas sugiere que aún queda mucho por hacer.

Rastreando el origen

Uno de los mayores desafíos para regular plataformas como Shein y Temu es la trazabilidad y procedencia de los productos. Con cadenas de suministro que abarcan múltiples países y miles de vendedores, rastrear el origen y el cumplimiento de cada producto puede ser una tarea enorme. Sin embargo, los consumidores tienen una herramienta valiosa a su disposición: el seguimiento de paquetes en línea.

Cada paquete enviado desde estas plataformas generalmente incluye un número de seguimiento, que puede proporcionar información crucial sobre el trayecto de un producto, desde el fabricante hasta la puerta del cliente. Al usar el número de seguimiento, los consumidores a menudo pueden determinar el país de origen, la ruta de envío e incluso, en algunos casos, el fabricante o distribuidor. Esta información puede ser clave para identificar si un producto proviene de una región conocida por tener estándares de seguridad laxos.

El costo de la conveniencia

El atractivo de la moda rápida y los productos de bajo costo puede ser difícil de resistir. Shein y Temu, al igual que otras plataformas globales de comercio electrónico, han prosperado cumpliendo esa promesa de asequibilidad y conveniencia. Pero a medida que aumentan las preocupaciones sobre la seguridad, surge la pregunta: ¿a qué costo?

Para los consumidores, el riesgo no es solo financiero, es personal. Los productos inseguros para bebés y niños pequeños pueden causar lesiones o, peor aún, ser fatales. Para los reguladores, el desafío es equilibrar los beneficios de un sector del comercio electrónico en auge con la necesidad de una supervisión más estricta y la aplicación de estándares de seguridad.

La investigación a Shein y Temu marca un paso importante para hacer responsables a estas plataformas. Aunque ambas compañías han expresado su disposición a cooperar, el hecho sigue siendo que los productos inseguros aún están llegando a los hogares estadounidenses. A medida que esta investigación se desarrolla, servirá como una prueba crítica, no solo para Shein y Temu, sino para la industria del comercio electrónico en general.

Por ahora, los compradores deben mantenerse vigilantes. El seguimiento de paquetes puede ayudar, pero garantizar que un producto sea verdaderamente seguro requiere más que un vistazo rápido a su ruta de envío. Es hora de que las plataformas den un paso adelante, refuercen sus procesos de verificación y pongan la seguridad del consumidor en primer lugar, incluso si eso significa sacrificar un poco de ganancia.

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