La reparación del talud afectado por el desprendimiento podría tardar meses.
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Un evento inesperado en la AP-66
El reciente desprendimiento en la AP-66, que ha dejado cortada esta importante vía de comunicación entre Asturias y León, ha generado preocupación entre los expertos en geología. Este incidente, que ocurrió en el punto kilométrico 76, ha bloqueado el tráfico de una carretera que diariamente soporta el paso de aproximadamente 6.000 vehículos y 1.200 camiones.
Afortunadamente, no se han reportado heridos, pero la situación ha llevado a la necesidad de desviar el tráfico hacia la N-630, lo que ha complicado aún más la movilidad en la región.
Factores geológicos que complican la reparación
Según el decano de la Facultad de Geología de la Universidad de Oviedo, Carlos López, y el profesor de Geotecnia, Daniel Arias, el área afectada presenta una serie de desafíos geológicos significativos. La fragmentación de la roca y la acción de los agentes meteorológicos han contribuido a la inestabilidad del talud. Ambos expertos han subrayado que la reparación total del talud podría llevar varios meses, debido a la complejidad del terreno y la necesidad de realizar estudios geotécnicos exhaustivos.
Medidas inmediatas y futuro de la AP-66
La concesionaria Aucalsa ha comenzado a trabajar en la retirada de tierra y rocas, con el objetivo de abrir un paso provisional por los dos carriles más alejados de la ladera. Este trabajo se realiza con extrema prudencia y seguridad, tal como lo ha indicado el director general de la empresa, Eduardo Arrojo. Sin embargo, los estudios geotécnicos necesarios para diseñar una solución constructiva adecuada podrían tardar entre uno y dos meses, lo que significa que la restauración completa del área afectada podría no estar lista hasta el otoño del próximo año.
