Un análisis de las tensiones políticas en torno a la ley 'solo sí es sí' y sus consecuencias
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Introducción a la crisis política
La reciente publicación del libro ‘Algo habremos hecho’ de Irene Montero, exministra de Igualdad, ha desatado un torrente de reacciones en el ámbito político español. En sus páginas, Montero no solo repasa su trayectoria, sino que también revela las tensiones internas en el Gobierno relacionadas con la ley ‘solo sí es sí’.
Este marco legal, que busca proteger a las víctimas de agresiones sexuales, se ha convertido en un punto de fricción entre los miembros del Ejecutivo, especialmente entre Montero y la vicepresidenta Yolanda Díaz.
Las acusaciones de Montero
Montero asegura que Díaz le pidió su dimisión en un momento crítico, lo que ella considera un acto de traición.
Según la exministra, la presión para que renunciara fue intensa y se produjo en varias reuniones donde Díaz, en un tono elevado, cuestionó repetidamente cuándo iba a dimitir. Esta situación refleja un ambiente de desconfianza y rivalidad que ha marcado la relación entre las dos líderes políticas. Montero también critica la falta de apoyo de sus compañeros de Unidas Podemos, quienes, según ella, no defendieron adecuadamente la ley ante la ofensiva judicial que buscaba desmantelarla.
El impacto de la ley ‘solo sí es sí’
La ley ‘solo sí es sí’ ha sido objeto de debate no solo por su contenido, sino también por las consecuencias que ha tenido en la política española. Montero argumenta que la ley fue diseñada para poner el consentimiento en el centro de la discusión sobre las agresiones sexuales, pero su implementación ha sido cuestionada por diversas instancias, incluyendo el propio PSOE. La exministra sostiene que el Gobierno, en lugar de respaldar la ley, optó por dejarla caer, lo que ella considera un retroceso en la lucha por los derechos de las mujeres.
Las consecuencias políticas para Podemos
En su relato, Montero también aborda las repercusiones que esta crisis ha tenido para Podemos como partido. La exministra afirma que hubo una operación para desplazar a Podemos en favor de Sumar, un nuevo espacio político que, según ella, carece de autonomía. Este movimiento ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza entre los miembros de Podemos, quienes sienten que su influencia en el Gobierno se ha visto comprometida. Montero reconoce que la decisión de proponer a Díaz como candidata electoral fue un error estratégico que ha llevado a la reducción del espacio político de su formación.
Reflexiones finales sobre el feminismo institucional
Finalmente, Montero concluye que la crisis en torno a la ley ‘solo sí es sí’ es un reflejo de una lucha más amplia dentro del feminismo institucional en España. Asegura que el Gobierno de Pedro Sánchez ha optado por silenciar las voces feministas en lugar de apoyarlas, lo que podría tener consecuencias duraderas para la igualdad de género en el país. La exministra se muestra firme en su convicción de que la lucha por los derechos de las mujeres no debe ser sacrificada en el altar de la política partidista.
