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Juan Carlos I y su visita a Galicia: entre la vela y la conciliación

El rey Juan Carlos I se encuentra en Sanxenxo mientras se prepara para un acto de conciliación.

Juan Carlos I durante su visita a Galicia, navegando en un velero.
Juan Carlos I disfrutando de la vela en su visita a Galicia, un momento de conciliación.

La llegada del rey emérito a Sanxenxo

El rey Juan Carlos I ha llegado a Sanxenxo, Pontevedra, donde planea pasar el fin de semana con amigos y disfrutar de su pasión por la vela. Este encuentro se produce en un contexto donde el rey emérito ha estado alejado de la vida pública, pero su presencia en Galicia ha generado un gran interés mediático.

A su llegada, Juan Carlos fue abordado por periodistas, a quienes confesó que no había visitado Santander en mucho tiempo, a pesar de que este viernes tiene programado un acto de conciliación con el expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla.

El acto de conciliación con Revilla

El rey Juan Carlos ha interpuesto una demanda contra Revilla por supuestas calumnias y expresiones injuriosas que el expresidente vertió en diversos medios de comunicación. En este sentido, el rey reclama una rectificación pública y una indemnización de 50.000 euros, que, en caso de ser abonada, destinaría a Cáritas. Este acto de conciliación se llevará a cabo en un ambiente tenso, dado el «cabreo» y «rabia» que Revilla ha manifestado hacia el rey emérito. Sin embargo, Juan Carlos ha decidido permanecer en Sanxenxo hasta el domingo, disfrutando de la compañía de amigos y de la navegación en la ría de Pontevedra.

Un fin de semana de navegación y amistad

Durante su estancia en Galicia, el rey emérito tiene la intención de participar en actividades náuticas, incluyendo la tercera serie de la Liga española de 6M. Juan Carlos ha sido visto en compañía de figuras destacadas del mundo empresarial y deportivo, como el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, y el presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo, Pedro Campos. Este ambiente de camaradería y pasión por la vela contrasta con la situación legal que enfrenta, pero el rey parece decidido a disfrutar de su tiempo en la costa gallega.

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