El gobierno chino está creando su propio sistema operativo basado en Ubuntu. Así lo ha anunciado Canonical, la marca del sistema operativo, que colaborará estrechamente con China para dar vida a una nueva versión llamada Ubuntu Kylin, exclusiva para el país asiático.
Su lanzamiento será este mismo mes de abril, y viene con la clara intención de seguir oponiéndose al dominio de las grandes occidentales, como Google, Apple o Microsoft, cuyos productos y servicios nunca han sido bien recibidos e, incluso a veces, han sido censurados o prohibidos.
La asociación se extenderá durante 5 años, en los cuales el gobierno chino pretende expandir el uso del software libre. Contar con un sistema operativo nacional y propio les permite reforzar sus defensas frente a posibles ataques extranjeros, algo que ya se intentó con una versión anterior desvelada en 2007. Aunque todos sabemos, conociendo cómo se las gastan en China, que hay un objetivo implícito que no se menciona, y es el de controlar mejor a toda su población, permitiendo el acceso tecnológico hasta donde ellos mismos lo delimiten. El sistema operativo Ubuntu Kylin dispondrá de un programario pensado específicamente para los usuarios chinos. Todas las aplicaciones estarán adaptadas al mercado nacional, y cualquier servicio se obtendrá de las webs chinas más importantes: calendario, estado del tiempo, buscadores, etc. Lo que no se sabe es cómo será su distribución o qué fabricantes lo adoptarán. Tampoco sabemos si habrá versión para dispositivos móviles o si se convertirá en una imposición el que todos los productos vengan con este sistema operativo propio.Vía
