La UE ha aprobado que las plataformas de internet deberán eliminar todo contenido que incite a cometer atentados o fomenten el terrorismo.
La UE ha acordado hoy 10 de diciembre, mediante un acuerdo entre los 27 estados miembros. Un nuevo reglamento que obliga a las plataformas de internet, como son Google, Twitter, Youtube y Facebook a eliminar todo contenido terrorista o que inciten a realizar atentados.
La UE y el contenido terrorista
Una vez este reglamento se apruebe, dichas plataformas que gestionan servicios y contenidos, tendrán que hacer este borrado, en el plazo de una hora.
Esta medida se ha aprobado con el objetivo de evitar futuros hechos como el que sufrió el profesor francés, Samuel Paty.
A quien un joven terrorista islámico, le cortó el cuello, el pasado 16 de octubre. Ocurrió cerca de la capital francesa, y tras tras recibir vía internet una intensa campaña de críticas, sobre su labor pedagógica.
La comisaria de Interior de la UE, Ylva Johanson, ha declarado que;
«Los terroristas utilizan vídeos y retransmisiones en vivo de los atentados como arma de reclutamiento. Este acuerdo ayudará a las autoridades nacionales y a las plataformas ‘online’ a limitar el daño del contenido tóxico»
La negociación se ha aprobado, después de más de un año , después de que los principales grupos políticos de la cámara se pusieran de acuerdo. Ha sido en la reunión entre el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo, cuando se ha firmado el pacto.
Esto indica que las autoridades nacionales puedan pedir que cualquier país de la UE, retire el contenido y propaganda terrorista de las plataformas. Independientemente de factores cómo el tamaño o lugar donde tengan su sede legal.
Este reglamento afecta a todos los países de la Unión Europea, por lo que el contenido se deberá suprimir o en todo caso retirar.
El eurodiputado del PP Javier Zarzalejos, ha señalado que; “Es importante actuar de forma rápida, debido al gran volumen de contenidos generados y a la enorme velocidad con la que estos se esparcen por la red”.
Solo cabría una excepción para las pequeñas y medianas empresas, que presentaran ciertas dificultades para cumplir con la obligación de quitar los contenidos, en tan corto espacio de tiempo.
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