Un avance histórico para la libre circulación en Europa del Este

Temas cubiertos
Un momento histórico para Rumanía y Bulgaria
La madrugada del miércoles, Rumanía y Bulgaria celebraron un hito significativo al integrarse plenamente en el espacio Schengen, lo que permite la libre circulación de personas entre estos dos países y el resto de Europa.
Este avance se produce tras más de una década de espera y dos años de veto por parte del gobierno austríaco, que había bloqueado la entrada de ambos países en esta zona de libre circulación comunitaria.
El ministro del Interior rumano, Catalin Predoiu, y su homólogo búlgaro, Atanas Ilkov, se mostraron optimistas tras la eliminación de los controles en la frontera terrestre, específicamente en el paso fronterizo Giurgiu-Ruse.
Predoiu destacó que este es un momento lleno de significaciones políticas y con consecuencias prácticas para los ciudadanos y las empresas de ambos países.
Desafíos y logros en el camino hacia Schengen
Desde su adhesión a la Unión Europea en 2007, Rumanía y Bulgaria han enfrentado numerosos obstáculos en su camino hacia la integración en Schengen. A pesar de recibir el visto bueno de la Comisión Europea en 2022, tuvieron que esperar dos años más debido al veto de Austria, que argumentaba la insuficiencia en la protección de las fronteras exteriores de la UE para frenar la inmigración irregular.
Sin embargo, tras intensas negociaciones y mejoras en las medidas de seguridad, Austria finalmente levantó su veto en diciembre. Este avance es crucial para ambos países, que son considerados los más pobres de la UE y que ahora pueden beneficiarse de una mayor movilidad y oportunidades económicas.
Impacto económico y futuro de la movilidad
La eliminación de los controles fronterizos se espera que tenga un impacto económico positivo significativo. Según un análisis del Instituto de Investigaciones Económicas de Bulgaria, se prevé que el país balcánico obtenga beneficios económicos valorados en más de 800 millones de euros. Rumanía, por su parte, anticipa un crecimiento equivalente al 2% de su Producto Interior Bruto (PIB), con el sector del transporte esperando beneficios de alrededor de 2.000 millones de euros.
Este acceso sin obstáculos en la frontera occidental representa una oportunidad para las empresas de transporte, que ahora pueden competir más eficazmente en el mercado logístico europeo. La integración en Schengen no solo mejora la movilidad de los ciudadanos, sino que también abre nuevas puertas para el comercio y el turismo en la región.