El alcalde Jaume Collboni presenta cambios significativos en su equipo de gobierno.

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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha llevado a cabo una importante reestructuración en su equipo de gobierno, con el objetivo de dar un nuevo impulso a las políticas sociales y económicas de la ciudad. Esta reorganización se ha hecho pública tras la firma de un decreto que establece la creación de una nueva tenencia de alcaldía y la incorporación de tres comisionados, lo que refleja un compromiso renovado con el bienestar de los ciudadanos.
Nuevas áreas de gestión y liderazgo
La nueva tenencia de alcaldía estará liderada por Raquel Gil, quien asumirá la responsabilidad de áreas clave como servicios sociales, promoción económica, trabajo, feminismos y memoria democrática. Esta ampliación de funciones busca integrar y fortalecer las políticas que afectan directamente a la ciudadanía, especialmente en un momento en que la crisis social y económica demanda respuestas efectivas y rápidas.
Comisionados para una gestión más efectiva
Además de la nueva tenencia, se han anunciado tres comisionados que se suman al equipo. Nadia Quevedo será la nueva comisionada de Promoció Econòmica, mientras que se espera la designación de un comisionado de Política Lingüística y otro de Rehabilitació. Estos cambios son parte de una estrategia más amplia para mejorar la gestión municipal y asegurar que las políticas se implementen de manera efectiva y coordinada.
Reacciones y expectativas ante la reestructuración
La reestructuración del gobierno municipal ha sido recibida con interés por parte de los ciudadanos y los partidos políticos. Según el Ayuntamiento, esta modificación responde a la voluntad de dar un nuevo impulso a las políticas sociales y de promoción económica en el ecuador del mandato. La expectativa es que estos cambios no solo mejoren la eficiencia del gobierno, sino que también generen un impacto positivo en la vida de los barceloneses, especialmente en áreas que han sido históricamente desatendidas.
Con estos movimientos, Collboni busca reafirmar su compromiso con una Barcelona más inclusiva y equitativa, donde las necesidades de todos los ciudadanos sean atendidas de manera efectiva. La ciudad se enfrenta a desafíos significativos, y la reestructuración del gobierno es un paso hacia la construcción de un futuro más prometedor para todos sus habitantes.