×

Entendiendo los espasmos oculares y su relación con el estrés

Un espasmo ocular puede ser más que un simple nerviosismo; es un aviso de tu cuerpo que no debes ignorar.

¿Alguna vez has sentido un pequeño temblor en el ojo y te has preguntado qué lo podría estar causando? El espasmo ocular, a menudo ignorado, puede ser una señal de que algo no está del todo bien en nuestro cuerpo.

Aunque muchos lo ven simplemente como un síntoma nervioso, este fenómeno, conocido como mioquimia orbicular, puede darnos pistas valiosas sobre nuestra salud general. La doctora Alejandra Stivaletta lo explica de manera clara: este tipo de contracción involuntaria es un grito silencioso de nuestro sistema nervioso, advirtiendo que necesita atención.

El trasfondo del espasmo ocular

La mioquimia orbicular se manifiesta como una contracción involuntaria del músculo orbicular del párpado. Aunque no suele causar dolor, puede resultar incómoda y es un claro indicativo de que el cuerpo está experimentando algún tipo de estrés. Pero, ¿qué lo provoca? Los espasmos pueden aparecer tras períodos de agotamiento físico y mental, mala calidad del sueño o estrés acumulado. Además, un exceso de cafeína o alcohol, así como deficiencias nutricionales, especialmente de potasio, también pueden ser factores desencadenantes.

La doctora Stivaletta enfatiza que este fenómeno no debe ser trivializado. Si bien es cierto que, en la mayoría de los casos, los espasmos son pasajeros, ignorarlos puede llevar a complicaciones más serias. Vivir en un estado constante de estrés y falta de descanso es un caldo de cultivo para este tipo de síntomas que, aunque pueden parecer inofensivos, son una señal clara de que debemos cambiar algunos hábitos. ¿No te parece que es hora de prestar atención a lo que nuestro cuerpo nos dice?

Cómo los hábitos diarios influyen en nuestra salud ocular

Nuestras rutinas diarias son un factor determinante en la aparición de espasmos oculares. Un estilo de vida marcado por excesos y falta de sueño puede agravar estos síntomas. Por ello, es fundamental revisar nuestros hábitos. La doctora Stivaletta sugiere reducir el consumo de cafeína y alcohol, dormir al menos media hora más cada noche e incorporar alimentos ricos en potasio, como plátanos, aguacates y espinacas. ¿Te imaginas cómo podría mejorar tu bienestar con pequeños cambios en tu dieta?

Además, si pasas muchas horas frente a la pantalla, es recomendable tomar pausas regulares cada 45 minutos. Esta simple práctica puede ayudar a mitigar los espasmos y prevenir que se conviertan en un problema más serio. En algunos casos, si la situación no mejora, la intensificación de los movimientos involuntarios puede dar lugar a una afección más compleja conocida como blefaroespasmo, que puede provocar que el ojo se cierre involuntariamente. La prevención está en nuestras manos, ¿no crees?

Señales de alerta y qué hacer al respecto

La sobrecarga del sistema nervioso no siempre se manifiesta de manera evidente. Un simple espasmo ocular puede ser la forma en que nuestro cuerpo nos pide ayuda. La clave está en reconocer estas señales a tiempo. La doctora Stivaletta aconseja que si los síntomas persisten o se agravan, es imprescindible buscar atención médica. Los especialistas pueden considerar la aplicación de neuromoduladores para controlar los espasmos, pero lo más importante es actuar antes de que la fatiga se convierta en un problema mayor. ¿Cuántas veces hemos dejado pasar pequeñas molestias hasta que se convierten en algo serio?

En resumen, un pequeño temblor en el ojo puede ser una señal de que nuestro sistema nervioso necesita un respiro. Ignorar estas señales puede llevar a consecuencias más graves, por lo que es esencial prestar atención a nuestro cuerpo y actuar en consecuencia. Recordemos que cuidar nuestra salud no es solo una cuestión de evitar enfermedades, sino de reconocer y atender las pequeñas alarmas que nos envía nuestro organismo. ¿Estamos dispuestos a escuchar y actuar por nuestra salud?


Contacto:

Lea También