A medida que se acerca la fecha límite para la oferta de BBVA sobre Sabadell, aumentan las tensiones, lo que podría afectar significativamente a los accionistas.

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El panorama financiero en España está marcado por la expectativa mientras la oferta de adquisición de BBVA por Sabadell se acerca a su fecha límite de aceptación. Este viernes, el plazo de aceptación concluirá, dejando a los accionistas del banco catalán ante una decisión crucial respecto a la oferta de BBVA.
La compleja estructura de propiedad de Sabadell añade un nivel de dificultad a esta situación, con movimientos que probablemente se intensificarán justo antes de la fecha límite.
Los ejecutivos de BBVA se muestran públicamente optimistas sobre superar el crítico umbral del 30% de aceptación, necesario para mantener viva la oferta.
Alcanzar este objetivo permitiría a BBVA avanzar con la adquisición, incluso si no logran alcanzar el 50% inicialmente buscado. Si la oferta supera el 30% pero no llega al 50%, podrán eludir la condición mínima de aceptación, lo que les permitiría lanzar una oferta de efectivo obligatoria para las acciones restantes.
Entendiendo los riesgos para los accionistas
Esta situación se complica por las posibles implicaciones fiscales para los accionistas que acepten la oferta inicial. Si es necesario un segundo ciclo de ofertas, aquellos que inicialmente aceptaron enfrentarían una imposición fiscal, a diferencia de quienes se beneficiarían de una única oferta exitosa que supere el 50%. Además, BBVA podría verse obligado a destinar recursos financieros significativos para una oferta obligatoria posterior, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad de sus reservas de efectivo actuales.
Implicaciones financieras de la oferta
Carlos Torres, de BBVA, ha enfatizado que no superarán el precio de la oferta inicial, a pesar de haberla incrementado previamente en un 10%. Los resultados finales de aceptación podrían no hacerse públicos hasta cinco días hábiles después de la fecha límite, lo que mantiene al mercado en un estado de incertidumbre. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España establecerá los criterios para determinar el precio equitativo para cualquier oferta posterior, que BBVA deberá cumplir, incluso si proponen un precio diferente.
A medida que BBVA navega por este panorama, Torres tranquiliza a los inversores sobre la salud financiera del banco, citando un capital excedente y diversos mecanismos financieros que podrían respaldar una segunda oferta si fuera necesario. Esto incluye posibles dividendos de TSB y ajustes regulatorios pendientes del Banco Central Europeo (BCE).
Desarrollos recientes y reacciones de los accionistas
La última semana de la oferta ha visto una actividad significativa, especialmente por parte del inversor mexicano y miembro del consejo de Sabadell, David Martínez, quien ha optado por aceptar la oferta de BBVA. Su respaldo público genera inquietud, ya que el CEO de Sabadell, César González-Bueno, ha cuestionado la definitividad de esta decisión, sugiriendo que podría estar sujeta a cambios.
Oliu, otra figura clave en Sabadell, expresó su preocupación de que la decisión de Martínez refleje una perspectiva diferente, priorizando la maximización de beneficios sobre los intereses de los accionistas locales. Destacó la posible desconexión entre los inversores institucionales y los accionistas locales más pequeños del banco.
Accionistas minoritarios y su influencia
Actualmente, los niveles de aceptación entre los accionistas individuales siguen siendo bajos, lo que es un factor crítico para la estrategia de BBVA. Aproximadamente el 40% de los accionistas de Sabadell son inversores minoristas, con una parte significativa de sus acciones depositadas en el propio Sabadell. Estimaciones recientes sugieren que solo alrededor del 1% de estos accionistas han aceptado la oferta hasta ahora, lo que se traduce en apenas el 0.3% del total de accionistas.
González-Bueno ha declarado públicamente la importancia de comprender las dinámicas de aceptación, mientras BBVA continúa alegando que Sabadell está creando obstáculos para los accionistas que desean participar en la oferta. Esta tensión ha llevado a BBVA a solicitar intervención de la CNMV, pidiendo una acción rápida para abordar estos supuestos impedimentos, aunque el organismo regulador se ha negado a comentar sobre cualquier investigación en curso.
En un intento por ganar apoyo, Oliu y González-Bueno han convocado reuniones con accionistas en la sede de Sabadell, enfatizando los riesgos asociados con la oferta de BBVA. La junta de Sabadell ya ha emitido una recomendación negativa respecto a la oferta mejorada de BBVA, lo que resalta la maniobra estratégica que caracteriza esta saga financiera en desarrollo.