Los Blue Jays inician la Serie Mundial con una victoria contundente sobre los Dodgers.
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La emoción de la Serie Mundial se desató en Toronto, donde los Blue Jays iniciaron su camino hacia el campeonato con una victoria contundente de 11-4 sobre los Dodgers de Los Ángeles. Este partido, celebrado en el emblemático Rogers Centre, marcó un hito en la historia del béisbol, pues se trató del primer juego de la Serie Mundial en Canadá desde 1993.
La noche estuvo repleta de acción y sorpresas, destacando el impresionante desempeño de Addison Barger, quien hizo historia al conectar el primer grand slam de un bateador emergente en la historia de la Serie Mundial.
Un inicio prometedor en la Serie Mundial
Diciéndonos la verdad, el juego comenzó con los Dodgers tomando la delantera con fuerza. En la segunda entrada, Enrique Hernández impulsó a Teoscar Hernández para abrir el marcador. Luego, en la tercera entrada, Will Smith sumó otra carrera, colocando a su equipo 2-0. Pero los Blue Jays no tardaron en dar respuesta. En la parte baja de la cuarta entrada, Daulton Varsho empató el partido con un espectacular home run de dos carreras hacia el jardín central.
El explosivo sexto inning
El momento decisivo del partido llegó en la sexta entrada, donde los Blue Jays desataron una ofensiva arrolladora. Diciéndonos la verdad, la tensión se palpaba en el aire. Tras un lanzamiento que golpeó a Varsho, las bases se llenaron sin outs, una situación que ya comenzaba a parecer desesperante para los Dodgers.
Ernie Clement conectó un sencillo, lo que le dio la ventaja a Toronto. La situación se volvió aún más complicada para los Dodgers cuando Emmet Sheehan caminó a un bateador, permitiendo que una carrera más cruzara el plato. El ambiente en el estadio se llenó de euforia, mientras que los aficionados de los Dodgers contenían la respiración. Un fuerte tiro de Andres Gimenez aumentó la diferencia a 5-2, y la presión sobre los lanzadores rivales se hacía insostenible.
La situación se complicó aún más para Dave Roberts, el mánager de los Dodgers, tras decidir reemplazar a Sheehan por Anthony Banda. Este cambio fue un verdadero desastre, ya que Barger, como bateador emergente, conectó un grand slam que limpió las bases y llevó el marcador a 9-2. Y como si eso no fuera suficiente, Alejandro Kirk también se unió a la ofensiva con un home run de dos carreras, cerrando la entrada con un contundente 11-2.
Un intento tardío de respuesta
A pesar de la destacada actuación de los Blue Jays, los Dodgers no se rindieron. En la séptima entrada, el fenómeno japonés Shohei Ohtani, quien se unió a los Dodgers en un contrato récord de 700 millones de dólares, conectó un home run de dos carreras. Sin embargo, su esfuerzo llegó demasiado tarde para alterar el destino del partido. Los aficionados en Toronto, que habían estado vibrando de emoción, comenzaron a corear «¡No lo necesitamos!» al verlo volver a batear en el noveno.
El legado de la noche
Diciendo la verdad: el juego no solo fue un triunfo para los Blue Jays, sino que también marcó un momento histórico para Barger, quien había comenzado la temporada en las ligas menores antes de hacer su debut en la Major League Baseball en 2025. Su grand slam no solo lo coloca en los libros de récords, sino que simboliza la resiliencia y el potencial del equipo canadiense. Con esta victoria, los Blue Jays han establecido un tono fuerte para la serie, mientras que los Dodgers tendrán que reorganizarse rápidamente para el próximo encuentro.
El segundo juego de la serie se llevará a cabo en Toronto, donde la presión estará sobre los Dodgers para igualar la contienda antes de trasladarse a Los Ángeles. Mientras todos hacen finta de que esto es solo un juego más, la realidad es que dos equipos de élite se enfrentan y la expectativa entre los aficionados es palpable. Todos están ansiosos por ver si los Dodgers pueden recuperarse o si los Blue Jays continuarán su racha dominante.
