El gobierno y Junts se esfuerzan por restablecer relaciones estratégicas con el objetivo de impulsar el avance legislativo.

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En un contexto de creciente tensión política, el gobierno español está redoblando esfuerzos para restablecer la relación con Junts, el partido independentista catalán. Desde que el PSOE y Junts rompieron sus acuerdos, la legislatura se encuentra estancada. Esta situación ha llevado a la necesidad de explorar nuevas vías de entendimiento.
Recientemente, se ha comenzado a desbloquear la tramitación de la ley contra la multirreincidencia, que había permanecido paralizada desde febrero.
La presentación de esta ley representa un gesto significativo hacia Junts, dado que Carles Puigdemont ha indicado que el incumplimiento de esta iniciativa fue una de las razones que llevaron a su partido a romper relaciones con el gobierno de coalición.
No obstante, restablecer la confianza será un desafío, especialmente porque ha habido divisiones entre los socios del gobierno en relación con la admisión a trámite de esta ley.
Gestos hacia Junts y compromisos europeos
En las últimas semanas, el gobierno ha dado varios pasos estratégicos para acercarse a Junts. Uno de los más destacados ha sido el acuerdo alcanzado con Alemania para abrir un diálogo sobre la inclusión del catalán y otras lenguas cooficiales en la Unión Europea. Este avance se produce en un momento en que Junts expresaba frustración por la falta de progreso en el reconocimiento oficial de sus lenguas en el reglamento lingüístico europeo.
A pesar de que se requiere la unanimidad de los 27 Estados miembros para avanzar en esta propuesta, el gobierno español ha conseguido que Alemania, tradicionalmente reacia, acepte discutir el asunto. Este avance se concretó durante una reunión entre Pedro Sánchez y el canciller alemán, Friedrich Merz, en el Consejo Europeo en Bruselas. Además, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha mantenido comunicación con líderes europeos para reiterar la importancia de este reconocimiento.
El dilema de la amnistía
Otro tema crucial en las negociaciones es la aplicación de la amnistía a los miembros independentistas, un punto que el PSOE considera una posible herramienta para recuperar la relación con Junts. En el pasado, el Tribunal Supremo rechazó las solicitudes de amnistía de Carles Puigdemont y Toni Comín, lo que ha añadido complejidad a la situación. Sin embargo, Sánchez ha manifestado que la ley de amnistía cuenta con el respaldo del Tribunal Constitucional y que el gobierno está comprometido a aplicar esta medida a todos los implicados en el proceso.
El expresidente y negociador principal con Junts, José Luis Rodríguez Zapatero, también ha expresado su apoyo a la necesidad de implementar la amnistía de manera efectiva. La situación se complica aún más, ya que Junts ha decidido presentar enmiendas a todas las leyes del gobierno, lo que indica que el camino hacia el diálogo será cada vez más complicado.
La respuesta del gobierno y el futuro incierto
A pesar de los desafíos, el gobierno ha manifestado su disposición a continuar el diálogo con Junts y otros grupos parlamentarios. En un mensaje claro, Sánchez aseguró que el gobierno está comprometido a cumplir con los acuerdos y que está dispuesto a seguir trabajando por el bienestar de todos los ciudadanos, tanto en Cataluña como en el resto de España. Sin embargo, los líderes de Junts han señalado que la colaboración se encuentra oficialmente terminada, lo que sitúa al gobierno en una posición delicada.
El portavoz de Junts, Míriam Nogueras, ha afirmado que más de 50 leyes quedarán en el limbo a menos que el gobierno busque nuevos apoyos. Esto significa que Sánchez deberá actuar con rapidez si desea evitar un estancamiento total de la legislatura. En este sentido, el futuro político está en juego, y el gobierno deberá esforzarse por encontrar un camino que permita avanzar y cumplir con las expectativas de los ciudadanos.




