Conchi, madre madrileña, comparte los desafíos de mantener su hogar cálido frente a facturas inasequibles de calefacción.

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La llegada del invierno trae consigo un aumento en las temperaturas bajo cero y, con ello, el desafío de mantener los hogares cálidos. Sin embargo, para muchas familias, como la de Conchi, residente en Madrid, el uso de la calefacción se convierte en un lujo inalcanzable.
Esta madre soltera se enfrenta a la dura realidad de unos gastos mensuales que resultan insostenibles. En una reciente aparición en el programa ‘El tiempo justo’, Conchi compartió su experiencia, destacando la lucha contra la pobreza energética.
Durante la entrevista, Conchi reveló que, a pesar de trabajar, sus ingresos no son suficientes para cubrir tanto las facturas de electricidad como las de gas.
Con ocho radiadores en su hogar, se ve obligada a mantener la mayoría de ellos apagados. «Normalmente, gastamos unos 250 euros en electricidad cada mes, y añadir el costo del gas es simplemente inviable para mí», afirmó con visible preocupación.
La estrategia de ahorro de Conchi
Para hacer frente a esta situación, Conchi ha ideado una estrategia que le permite utilizar un solo radiador portátil, que desplaza por su casa según la habitación en la que se encuentre. Esta maniobra refleja su deseo de minimizar el gasto energético, a pesar de las incomodidades que implica. Durante la visita del equipo de ‘El tiempo justo’, la reportera pudo constatar la diferencia de temperatura entre las distintas estancias del hogar. Al entrar al recibidor, exclamó: «¡Qué frío hace aquí!». Esta frase encapsuló la realidad de muchas familias que, como Conchi, deben priorizar entre el calor del hogar y otras necesidades básicas.
Consejos de un experto
En el mismo programa, se contó con la participación de Javier Dasí, un especialista en eficiencia energética, quien ofreció recomendaciones útiles para aquellos que enfrentan desafíos similares. Javier apoyó la decisión de Conchi de usar un solo aparato de calefacción, pero también sugirió que utilizar una bomba de calor o un aire acondicionado puede resultar más económico que los radiadores convencionales. «Estos equipos son más eficientes y ayudarán a reducir los costos de energía», explicó. Además, enfatizó la importancia de no encender y apagar los dispositivos constantemente, sino mantenerlos a una temperatura baja durante el tiempo que se necesiten.
Siguiendo sus consejos, se estima que se pueden reducir las facturas de electricidad y gas a la mitad. Estas pautas no solo son relevantes para Conchi, sino que pueden ser valiosas para muchas familias que se encuentran en una situación similar, donde cada euro cuenta.
El impacto de la pobreza energética
La pobreza energética no es un fenómeno aislado; afecta a un gran número de hogares en España, especialmente durante los meses de invierno. Las familias se ven atrapadas en un ciclo de altos costos y bajos ingresos, lo que las obliga a tomar decisiones difíciles sobre cómo gastar su dinero. El testimonio de Conchi es solo una de las muchas historias que destacan la urgencia de abordar este problema a nivel social.
A medida que las temperaturas continúan descendiendo, es fundamental que se implementen políticas que ayuden a las familias a acceder a servicios básicos como la calefacción sin que se convierta en una carga financiera. La situación de Conchi es un recordatorio de que, detrás de las estadísticas, hay personas reales que luchan por mantener su hogar seguro y cómodo.
La solución a la pobreza energética no solo depende de las decisiones individuales, sino también de un compromiso colectivo para garantizar que todos los hogares tengan acceso a la energía necesaria para vivir dignamente. Las experiencias compartidas en programas como ‘El tiempo justo’ son esenciales para visibilizar esta problemática y fomentar un diálogo que conduzca a un cambio real.




