Lydia ha llegado al plató de Gran Hermano 12 como expulsada intentando no perder la pose de princesita de cuento de cartón piedra e intentando no perder el control de la situación, algo que parecía preocuparlo mucho los días previos a la expulsión.
Milá ha ido al grano y le ha preguntado si se sentía perdedora a lo que ha contestado que “yo no me siento perdedora sino ganadora de llevarme esos amigos que son los que a mí me gustan: verdaderos y sinceros”.
El grupo ha estallado en aplausos, sobre todo por parte de Patri y de Jhota que hasta le ha dedicado unos versos de esos que podría ahorrarnos por el bien de nuestros tímpanos.
Lo único que podía tener cierto morbo era ver la reacción de Lydia al ver cómo Julio el Feroz tardó dos horas en encamarse con Flor mientras ella lloraba su ausencia en la otra casa.
Pero incluso en ese momento ha asegurado no sorprenderse porque aunque “no entraba en sus esquemas” ya sabía cómo era su ex compañero.
Lydia ve cómo el Feroz se enrollaba con Flor mientras ella lloraba y niega que tuviese esperanzas con YagoLydia ha conocido también a la novia de Yago que se ha mostrado molesta con la frase que su novio le dijo: “ojalá encuentre una mujer tan 10 como tú“.
La rubia ha asegurado que nunca creyó que el gallego sintiese algo por ella, pero sinceramente creo que miente y que en su interior albergaba la esperanza de que pudiese nacer algo entre ellos.
El resumen de la entrevista a Lydia ha sido tan anodino como su paso por el programa.
Intentando no perder los nervios, no mostrarse afectada, ha sido como un témpano de hielo (rosa y con lacito si queréis) que ha aburrido mucho y que no ha llegado al corazón del espectador.
Por eso está en la calle, por más que se empeñen en reivindicar su condición de concursantes sinceros (dime de qué presumes…)Lydia ve cómo el Feroz se enrollaba con Flor mientras ella lloraba y niega que tuviese esperanzas con Yago
