Nos han tenido en vilo hasta el último momento, porque hasta ayer mismo, Jesús Vázquez declaraba que de momento, Risto no estaría en esta edición de Operación Triunfo 2009, debido a las exigentes condiciones que les había puesto como condición a los productores del programa.
Pero Risto tiene más admiradores que detractores, y la presión en todos los blogs y foros era alarmante.
Sin Risto, muchos aseguraban que el reality carecía de interés.
El mismo Kiko Hernández mostraba su apoyo al publicista durante el debate diario ‘Sálvame’, con una camiseta que versaba ‘Risto a OT’.
Pero cuando ha empezado la Gala Cero, la silla del polémico jurado estaba vacía, y no sabíamos sin interpretar esto como buen o mal presagio.
Jesús ha dicho, muy sarcástico que empezamos como acabamos el año pasado, con la silla de Risto Mejide vacía, aunque minutos después anunciaba que el publicista acababa de llegar al plató, y que estaba reunido con los productores.
Que en caso de ponerse de acuerdo respecto a las condiciones, pasaría a formar parte de nuevo del jurado, pero que no lo sabríamos hasta el final del programa.
Pero ya todos nos olíamos lo que estaba a puntito de suceder, que en cualquier momento Risto haría su entrada triunfal al plató.
Y ese momento no podía ser otro que justo después de la intervención de su protegida, Virginia Maestro.
Los aplausos y vítores que ha recibido podrían equipararse a los del mismísimo Bisbal.
Y ha vuelto con una frase que pasará a la posteridad del concurso, y que probablemente estaba más que ensayada: El que se va cuando no lo echan, vuelve cuando le da la gana – Riso Mejide.
Jesús Vázquez le ha propuesto enterrar el hacha de guerra, le ha dicho que si se disculpaba por haberse ido de la edición anterior de una manera tan maleducada, y se disculpaba también por haber llegado tarde ahora, él también se diculparía, pero Risto le ha respondido fríamente: ¿Hablabas conmigo? Vengo de buen rollo, pero que no me busquen, que me van a encontrar – Risto MejideY ha asegurado que su propósito en esta edición es devolverle el protagonismo a quien tendría que tenerlo: los concursantes.
Aunque tiene una manera muy peculiar de hacerlo, manteniendo en él todas las miradas y expectativas, como si de una novia el día de su boda se tratase.
Afortunadamente, algunas cosas nunca cambian.
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