Dámaso ha llegado al plató como el expulsado de Gran Hermano 12 enfervorecido, asegurando que “no podía más, me estaba volviendo loco” y repartiendo abrazos, besos, aspavientos y gritos de cariño al público.
Hoy se ha descubierto un Dámaso radicalmente diferente al concursante que tanto nos ha aburrido en la casa: alocado, con movimientos a lo Chiquito y completamente desatado.
Una de sus primeras víctimas ha sido Óscar, concursante que siempre había dicho que le encantaba físicamente.
Cuando lo ha visto le ha saltado a la yugular asegurando que con él luego tenía que hablar, y lo de hablar digo yo que era un eufemismo… ¡A ver si los rumores de que Óscar era gay van a ser verdad y tenemos otra pareja fuera de la casa!Pero… ¿cuál es el verdadero Dámaso? ¿Esta mezcla entre Boris Izaguirre, Manolo Escobar y Son Goku (por la cresta rubia básicamente) o el que vestía con los trajes de su abuelo y se declaraba admirador de Mariano Rajoy? O nos ha engañado mucho o este chico estaba al borde de la esquizofrenia, pero si realmente era tan animando, podría habernos evitado ratos tremendamente soporíferos en Guadalix.
Milá ha acabado confesando que era la primera vez en muchos años que alguien se quedaba con ella y con todo el público con la entrada apasionada que ha tenido y mientras él intentaba frenar su histeria, han visto vídeos de su transformación de doble de Manolo Escobar a metrosexual.
Alucinante.
No veía un cambio así desde que dejaron de emitir Patito Feo…Dámaso llega a plató enfervorecido y levanta al público.
Su cambio radical.
