Las cosas como son, alivia ver que los barceloneses no estaban sólos al montarla y poner en peligro las grabaciones de Vicky Cristina Barcelona en la Ciudad Condal.
Ahora son los parisinos los que están invadiendo el rodaje de Medianoche en París, la nueva película de Woody Allen.
El neoyorquino, venerado en Francia, rueda por primera vez en el país vecino, después de haber pasado por Barcelona y Londres para rodar sus últimas películas (la grabación de Si la cosa funciona en Nueva York fue una excepción).
Owen Wilson, Marion Cotillard, Rachel McAdams, Kathy Bates, Michael Sheen, Adrien Brody y Carla Bruni forman el elenco de esta comedia que, curiosamente, hereda el título original previsto para la película que le dio el Oscar a Penélope Cruz: Midnight in Barcelona.
Medianoche en París se centra en una familia que viaja a la capital francesa por negocios.
El grupo incluye a una pareja prometida que se ve forzada a enfrentarse a la ilusión de que una vida diferente a la suya es mejor.
Habrá que ver la película, pero miedo me da después de la brutal ensalada de tópicos que fue la experiencia española del antaño genial Allen.
Lo desconcertante es que la película volverá a arrasar en los círculos más elitistas de Estados Unidos, los mismos que piensan que todos los europeos tienen un amante.
La primera dama francesa, Carla Bruni, y Owen Wilson son los protagonistas de las primeras imágenes filtradas del rodaje en París, donde ha corrido como la pólvora el rumor de que Bruni ha necesitado 35 tomas para rodar una escena muda en la que sale de una panadería con dos barras de pan bajo el brazo.
Una desesperación para Allen, famoso por rodar muy pocas tomas de cada una de sus escenas.
Seguiremos informando.
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