Cuatro mujeres afganas han protagonizado la primera protesta feminista en Kabul tras la toma de poder por parte de los talibanes en Afganistán. Han revindicado las normas que, se teme, los talibanes impongan de nuevo a las mujeres del país.
Algunas de las imposiciones serían obligación del burka, la imposibilidad de estudiar una carrera, a encontrar trabajo o la prohibición a reírse en público. Por su parte, los portavoces talibanes afirman que respetarán los derechos de las mujeres «dentro de la ley islámica».
Un pequeño grupo de mujeres reclama con pancartas frente al palacio presidencial de Kabul el respeto a los derechos de las mujeres afganas.
La pequeña manifestación se ha difundido a través de un vídeo en las cuentas de redes sociales de varios corresponsales y periodistas y por la agencia de noticias afganas Pajwok.
Aunque sí se trata de la primera manifestación tras la llegada al poder de los talibanes, Afganistán ya vio movilizaciones feministas este año.
En julio de este año docenas de mujeres con arma en mano, salieron a desfilar por algunas provincias del país jurando estar dispuestas a morir matando para no tener que vivir de rodillas.
Ante la preocupación entre los ciudadanos de Afganistán y con todos los ojos internacionales puestos en el territorio, los portavoces talibanes hacen su primer discurso público tras la salida del gobierno afgano. En él, afirman que los derechos de las mujeres y las niñas serán respetados, pero siempre dentro de los límites que marque la ley islámica.
«No queremos que nadie salga del país, este es su país, esta es nuestra patria común, tenemos valores comunes, religión común, nación común (…) Hay una amnistía general, por lo que no habrá hostilidades» ha declarado Zabihulla Mujahid en la rueda de prensa.
Muyahid ha explicado que las mujeres serán «una parte muy activa» dentro de la sociedad afgana y que podrán estudiar y trabajar, pero siempre dentro de «los marcos del islam».
El avance de los talibanes y la toma de Afganistán preocupa a toda la población. Calificado como un grupo extremista religioso, la población teme que los talibanes vuelvan a imponer una serie de normas para las mujeres entre las que se encuentran la obligación del burka, la imposibilidad de estudiar una carrera, a encontrar trabajo o la prohibición a reírse en público.
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