La primera ministra de Dinamarca ha anunciado que aquellos inmigrantes que se encuentren sin trabajo no tendrán derecho a recibir ayudas públicas.
Mette Frederiksen, primera ministra de Dinamarca, ha anunciado recientemente que los inmigrantes que no trabajen y por lo tanto no coticen se quedarán sin el derecho de recibir ayudas públicas por parte del Gobierno.
Dinamarca: ayudas públicas
Frederiksen ha justificado este cambio en su política apuntando que: «Durante demasiados años hemos hecho un flaco favor a muchas personas al no pedirles nada».
El ministro de trabajo, Peter Hummelgard, ha señalado que «lo más importante para nosotros es que la gente salga de sus hogares»
La primera ministra ha comunicado la noticia como parte de una serie de reformas que tienen como fin aumentar la integración de los inmigrantes y conseguir que el sistema social esté equilibrado, ya que considera que hasta el momento se le estaban dando demasiadas ayudas tanto a los refugiados como a los inmigrantes.
«Queremos introducir una nueva lógica de trabajo en la que las personas tienen el deber de hacer una contribución y ser útiles. Y si no pueden encontrar un trabajo regular, tendrán que prestar algún otro tipo de servicio para obtener sus subvenciones».
En principio la decisión afectará a aquellos que han estado recibiendo dinero del estado durante un periodo de tres a cuatro años y no tienen el suficiente nivel de estudios o no hablan bien el danés. La jornada laboral que se les exige tener es de 37 horas a la semana.
Dinamarca y las ayudas públicas: ley de Asilo
El gobierno de Dinamarca quiere reducir a cero los solicitantes de asilo, tras aprobar en el mes de junio la Ley de Asilo en la que aquellas personas que se quisieran acoger a ella serían deportadas a países fuera de la Unión Europea durante el tiempo que se tramite su petición, incluso una vez que logren el estatus de refugiados. Por lo que no podrían volver a Dinamarca sin el estatus ya obtenido.
Respecto a los refugiados procedentes de Siria, Frederiksen les ha quitado el permiso de residencia después de que la zona oficial de Damasco haya cambiado su denominación y se considere «zona segura». También ha reforzado la ley «antiguetos» para reducir el número de personas de occidente que quieran vivir en los barrios. En ellos los niños quedan obligados a ir a la escuela desde que cumplen un año, aprender el idioma oficial para así favorecer la socialización, mientras que las familias que rechacen esto se les cancelará las ayudas sociales y las subvenciones procedentes del Estado.
