El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha sido investido por el Congreso para un segundo mandato consecutivo, a pesar de la prohibición constitucional.
Nayib Bukele, presidente de El Salvador, es investido por el Congreso para un segundo mandato consecutivo (período 2024-2029), a pesar de prohibición constitucional.
Bukele investido para segundo mandato
Bukele afirmó solemnemente su compromiso al pronunciar las palabras: ‘Sí, juro’, el pasado sábado, en respuesta al presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, quien le impuso la banda presidencial.
Con una amplia base de apoyo popular, Nayib Bukele ha asumido el cargo para dirigir el país durante el período 2024-2029; convirtiéndose así en el primer presidente en la historia democrática de El Salvador en ser reelegido para un segundo mandato consecutivo.
La ceremonia de investidura cerrada al público en el centenario Palacio Nacional y transmitida por cadena nacional; ha contado con la presencia de varios dirigentes y jefes de Estado; incluyendo al rey de España, Felipe VI, al presidente de Argentina, Javier Milei, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, los líderes de Costa Rica, Rodrigo Chaves; Paraguay, Santiago Peña; Ecuador, Daniel Noboa; y el primer ministro de Belice, John Briceño.
Además, una delegación del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en representación del gobierno de Joe Biden, estuvo presente, encabezada por Alejandro Mayorkas.
Cuestionamientos y debates legales
La segunda investidura de Bukele, no está exenta de controversias.
A pesar de su popularidad, persisten críticas por la situación económica del país y cuestionamientos sobre la legalidad y legitimidad de su segundo mandato; especialmente en lo que respecta a la prohibición constitucional de la reelección inmediata.
Bukele aseguró su victoria en las elecciones del 4 de febrero con un respaldo que superó el 85% de los votos válidos, desafiando así la prohibición constitucional de la reelección inmediata.
Esto lo convierte en el primer presidente reelegido en la era democrática de El Salvador, rompiendo una tradición que se remonta al dictador y general Maximiliano Hernández Martínez, quien gobernó de 1931 a 1944 y dejó el cargo después de una huelga general.
