Está a punto de terminarse la Cumbre del Clima de Cancún y los equilibrios son ahora máximos para intentar contentar a todos los países.
La última propuesta es la presentada por la Unión Europea, Costa Rica y la alianza de naciones insulares (Aosis).
Piden que el año próximo, en la cumbre sobre el clima que tendrá lugar en Durban (Sudáfrica), se presente “un instrumento legalmente vinculante bajo la Convención” de Cambio Climático de Naciones Unidas.
Esta sería la fórmula encontrada para esquivar la espinosa cuestión de la extensión o no del Protocolo de Kioto, cuya vigencia acaba en 2012 y que los Estados Unidos nunca han suscrito (que, en cambio, sí están en la Convención).
Esta solución también incluiría a China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, que bajo Kioto no tiene ninguna obligación.
Alguno pensará que la Unión Europea, al presentar esta propuesta, se desmarca de extender Kioto, algo que ha venido defendiendo.
Parece que no, que la estrategia va por otro lado: la UE pretendería que el proceso negociador en relación a extender el Protocolo siga en paralelo, hasta fundirse, con el de intentar comprometer a EE.
UU.
y a China, el año que viene, a reducir emisiones en el marco de la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas.
Así lo explicó en un comunicado Connie Hedegaard, la comisario europea de cambio climático:Es absurdo e injusto acusarnos de matar el Protocolo de Kioto.
Al contrario, la UE ha peleado duramente para mantenerlo vivo y aún lo hace.
Al mismo tiempo, trabajamos para asegurarnos de que EE UU y las grandes economías emergentes asuman compromisos vinculantes, ya que representan una parte muy sustancial de las emisiones del mundo.
Lean la opinión al respecto de Aida Vila, responsable de Cambio Climático de Greenpeace:Nos parece que la propuesta es constructiva y es destacable que esté firmada por países desarrollados y países en desarrollo.
Esa forma de construir puentes es la que nos puede sacar del atolladero.
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