Hoy hemos asistido a uno de las mejores anécdotas en Pekín Express hasta el momento.
Meritxell y Alazne, buscando donde dormir, se han metido en un burdel.
Y no hacía falta ser Sherlock Holmes para darse cuenta.
Un buen grupo de señoritas con uñas de actriz porno, cejas dibujadas y pestañas postizas, pintadas como una puerta, con la falda muy cortita y unas ganas de juerga que aún no habían visto por China.
Las concursantes han tardado un buen rato en reaccionar.
Pero es que es difícil tener los ojos bien abiertos cuando el estómago está vacío y te ponen delante todo un banquete, al estilo de un restaurante chino.
Las señoritas de moral distraída hinchan a cerveza a madre e hija -que tampoco se hacen de rogar- y acaban bailoteando en el salón, intentando mantener el equilibrio y evitar que les metan mano.
Madre e hija no están haciendo amigos entre el resto de los concursantes.
Especialmente con los policías Fran y Merino, que las llaman “la mami y la ratita”.
No sé si son más chulos ellos o la niña.
Alazne tiene más de lobo que de cordero.
Lobo algo desquiciado, pero lobo.
Aún así, alguien debería decir a los policías que no es valiente meterse con niños.
La rivalidad entre estas dos parejas parece que nos va a regalar momentos muy tensos a lo largo de la aventura.
Veremos quién puede más.
Y tampoco Juan y Juan Jr se están ganando simpatías.
Me declaro seguidora de padre e hijo.
Son de lo más normal que pasa por el programa y sin hacer ruido, se están situando.
El padre lo tiene muy claro: hay que competir.
¡Claro que sí! Las cosas claras.
Si uno quiere hacer amigos, se apunta al club de ajedrez y no se va a la China a pringar, comer de cualquier manera y mal dormir.
Los Juanes consiguen unas banderas que vende el programa: 3 rojas y una negra.
Al sacar las rojas a otros concursantes, los paralizan 15 minutos.
La negra les roba media hora.
Pero, toda su cara tiene su cruz: deben sacar todas las banderas antes de llegar a meta, si no, el tiempo lo perderán ellos.
Aviso a navegantes: las parejas obsequiadas con bandera no lo olvidarán, pueden ser los enemigos de mañana.
Carmela y Antonio han sido de los más perjudicados y la andaluza parece guardarse lo sucendido para devolvérsela a padre e hijo a la primera ocasión.
Fotografía
