Nada como saber de la industria ganadera para empezar a sentir un voraz apetito vegetariano.
Esta vez, la noticia viene de la Ohio Livestock Care Standars Board, organización que crea normas de producción animal en dicho estado, y que decidió impedir a los terneros darse la vuelta en sus jaulas de engorde.
Reducir el costo de la carne parece estar unido a la tortura, para disgusto de los amantes de los animales y, por supuesto, de sus pobres víctimas.
Y, aunque abaratar el precio de las bandejitas de filetes que compramos no es excusa para hacerlo, sí parece ser el objetivo de los ganaderos de Ohio, por otra parte temerosos de que les robe mercado la baratísima carne importada de China.
Los activistas opinan que la reciente aprobación de esta enmienda, que permite a los granjeros seguir con estas prácticas mínimo hasta el 2017, viola un anterior acuerdo alcanzado el pasado mes de junio entre los grupos defensores de los animales y la agroindustria.
La decisión se tomó en una reunión especial, tras intensos debates y testimonios de activistas, decidiéndose en finalmente que los terneros pueden mantenerse en corrales individuales, es decir, en jaulas que impiden darse la vuelta, hasta las 10 semanas de edad.
Esta ha sido la reconfortante y fiera respuesta de la Sanctuary Farm, famosa protectora de animales de granja:Al igual que todos los animales, los animales de granja tienen sentimientos y merecen ser tratados con respeto y compasión.
Pero, por desgracia, están sometidos a condiciones inhumanas y sufrimiento intolerable en las granjas industriales de hoy.
A los terneros se les introduce en cajones tan severamente limitados que no pueden moverse, ni mucho menos caminar, darse la vuelta o participar en comportamientos naturales básicos.
Por ello sufren trastornos físicos y psicológicos.
Con toda seguridad, los ciudadanos estarían horrorizados si conocieran los maltratos de la cría intensiva, y cuando han tenido la oportunidad de votar sobre qué requieren los animales, siempre han apoyado por abrumadora mayoría que al menos tengan espacio suficiente para darse la vuelta.
Nosotros esperamos el mismo resultado en Ohio.
Durante décadas, la agroindustria ha ejercido una influencia indebida sobre el proceso legislativo, y han actuado para codificar la crueldad.
Sorprendentemente, los animales de granja están excluidos de la Ley Federal de Bienestar Animal y la Ley de muchas leyes estatales contra la crueldad.
Con la creciente toma de conciencia y la oposición a la cría intensiva, las leyes son finalmente cambiando para reflejar con mayor precisión los valores sociales.
La democracia directa a través de iniciativas de los ciudadanos han jugado un papel importante en el logro de reformas, y esperamos que siga haciéndolo.
(Traducción libre) Por otra parte, la buena noticia es que esta decisión no es definitiva.
Las normas de vacuno todavía son un proyecto, todavía han de pasar la revisión del Departamento de Agricultura de Ohio.
Y, por supuesto, las minúsculas jaulas de engorde no son la única cosa horrible que sufren en estas granjas.
Entre otras crueldades, es sabido que las vacas lecheras casi nunca alimentan a sus terneros, y que muchos de ellos son matados de inmediato, mientras otros son alimentados durante un tiempecito, antes de enviarlos al matadero.
El capítulo de cómo los matan, mejor lo dejamos para otro día que nos pille con más aliento.
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