¿Te resistes a tirar las viejas llaves y tienes ya un montón? ¿Demasiados recuerdos para echarlas al cubo de la basura, o quizás te lo impide tu conciencia verde? Así es, a veces no queremos desprendernos de llaves que pertenecieron a alguna casa querida, al candado de una bicicleta o a algún coche del que conservamos un buen recuerdo.
Si es tu caso, atento a este post, porque esas llaves pueden abrir la puerta de tu creatividad y, a la vez, cerrar la del cubo de la basura.
Si las llaves son antiguas, o simplemente bonitas (de armarios, cómodas, escritorios, etc.
) lo tienes fácil: en lugar de guardarlas, puedes exponerlas.
Como objeto decorativo aportan un toque estiloso si las cuelgas de la pared con un ganchito, o si colocas sobre una estantería, apoyadas sobre la pared.
También puedes ponerlas en el interior de una vitrina de cristal de una mesa baja, es decir, allí donde te parezca que lucen bien.
Otra opción, para llaves bonitas, antiguas o con valor sentimental, es colocarlas dentro de un marquito, con un papel de fondo de un color acorde con la decoración de la casa.
En esta especie de cuadro quedan bonitas de distintos tamaños, pero las más grandes, sobre todo si son antiguas, brillan por sí mismas, y quizás sea mejor ponerlas en solitario.
Ideas para dar un segundo uso a las llavesLas antiguas y las labradas de tamaño mediano hacen bien el papel de llavero.
Para este original uso, las doradas resultan más prácticas, pues destacan del resto, sobre todo si tenemos un buen manojo de llaves.
Una última propuesta de reciclaje: hacer arte y la joyería.
¿Qué tal colgar de tu cuello aquella llavecita que abría tu diario, o el candado de tu primera bicicleta? Si la llave en cuestión es un tanto feucha, puedes darle un ligero baño de oro, incluso pintarla.
Y, si te atreves, y tienes conocimientos, échale imaginación y fúndelas parcialmente para hacer auténticas maravillas: puedes ver un ejemplo en una de las fotos de la galería de imágenes.
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