Estudio, titulado "Juventud y pornografía en la era digital: consumo, percepción y efectos" revela el consumo de la pornografía en menores de España.
Un reciente estudio titulado «Juventud y pornografía en la era digital», revela datos alarmantes sobre el consumo de pornografía entre los jóvenes menores en España.
Consumo de pornografía en menores de España
Un reciente estudio, titulado «Juventud y pornografía en la era digital: consumo, percepción y efectos» y publicado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud, revela datos alarmantes sobre el consumo de pornografía entre los jóvenes en España.
El estudio, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030; analizó las respuestas de 1.259 jóvenes entre 16 y 29 años para comprender mejor sus hábitos y actitudes hacia la pornografía.
El informe indica que la edad promedio del primer contacto con la pornografía es de 13 años.
Casi la mitad de los encuestados reportó haber visto pornografía por primera vez entre los 12 y 15 años, mientras que un preocupante 25% lo hizo antes de los 12 años.
Más inquietante aún es que el 6,5% de los encuestados informó haber accedido a contenido pornográfico antes de los 8 años.
Patrones de consumo entre jóvenes
El consumo de pornografía es bastante común entre la población joven, con un 62,5% admitiendo su consumo ocasional.
Sin embargo, hay una clara diferencia de género, ya que el 72% de los chicos consume pornografía en comparación con el 52,6% de las chicas.
Además, el estudio señala que la frecuencia del consumo aumenta con la edad.
Aunque el consumo diario no es muy común (12,6% de los jóvenes), el 22,4% de los chicos frente al 2,1% de las chicas ven pornografía a diario.
La investigación muestra que el «porno duro» (con desnudos integrales y actos sexuales explícitos) es el más consumido, con un 45,6% de los jóvenes consumidores viéndolo con frecuencia.
Alrededor del 25% ve con frecuencia contenidos que muestran violencia física o verbal, y un 16,6% ve contenido altamente violento o denigrante.
Sin embargo, una mayoría (55,8%) afirma que nunca consume contenidos extremadamente violentos.
De nuevo, se observan diferencias significativas de género en los tipos de contenido consumido.
