La decisión de suspender el encuentro generó críticas entre los aficionados presentes.

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Alerta roja y suspensión del encuentro
El partido que debía cerrar la 26ª jornada de LaLiga entre el Villarreal y el Espanyol fue suspendido debido a una alerta roja por lluvias en la provincia de Castellón. A pesar de que los aficionados se habían desplazado al Estadio de la Cerámica, los servicios de emergencias de la Comunidad Valenciana habían emitido un aviso de emergencia tres horas antes del inicio programado del encuentro.
El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana comunicó la situación de emergencia, indicando que había inundaciones en toda la provincia de Castellón, así como en el litoral norte de Alicante y en la provincia de Valencia. Ante esta situación, se establecieron recomendaciones de seguridad, que incluían el cierre de la circulación en barrancos y ramblas, la suspensión de actividades al aire libre y la cancelación de actividades escolares.
Reacciones de los aficionados
Con los espectadores ya en sus asientos, el inicio del partido se retrasó mientras los clubes y la patronal decidían el futuro del encuentro. Finalmente, unas tres horas después del aviso de emergencia, se comunicó la suspensión del partido. La competición emitió un comunicado explicando que, ante la alerta meteorológica y siguiendo las recomendaciones de seguridad, se aplazaba el encuentro que debía celebrarse ese lunes.
La tardanza en la decisión generó una ola de críticas en redes sociales. Muchos aficionados expresaron su descontento, señalando que la suspensión llegó demasiado tarde, cuando ya estaban en el estadio. Un usuario comentó: «Se suspende el Villarreal-Espanyol por la alerta roja en Castellón cuando ya todo el mundo está en el estadio y se ha desplazado. Siempre tarde y mal».
La gestión de la situación
La situación se tornó aún más crítica cuando algunos aficionados recordaron que la alerta roja se emitió a las horas, mientras que la suspensión del partido se anunció a las horas. Otro usuario expresó su frustración: «¿Querían que la gente estuviera segura y les hacen ir y volver de Barcelona en plena alerta roja? Es ridículo, son ridículos». Este tipo de comentarios reflejan la indignación de los aficionados, quienes consideran que la gestión de la situación fue inadecuada.
La Liga ha prometido comunicar en breve la nueva fecha y hora para la celebración del partido, pero la polémica sobre la gestión de la alerta y la seguridad de los asistentes continúa en el aire. La situación plantea interrogantes sobre cómo se manejan las emergencias en eventos deportivos y la responsabilidad de las autoridades para garantizar la seguridad de los aficionados.