El ataque de los hutíes de Yemen provoca heridas y una respuesta militar inminente.
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El reciente ataque con un misil balístico de los hutíes de Yemen en las cercanías del aeropuerto Ben-Gurión, el principal de Israel, ha desatado una ola de preocupación y tensión en la región. Este incidente, que ocurrió el pasado domingo, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las infraestructuras israelíes ante amenazas externas, algo que los ciudadanos no habían experimentado de manera tan directa en mucho tiempo.
Detalles del ataque y sus consecuencias
El misil impactó en un área cercana a la terminal 3 del aeropuerto, generando un gran cráter y una columna de humo visible desde varios puntos de la ciudad. A pesar de los intentos del ejército israelí por interceptar el proyectil utilizando sistemas de defensa como Arrow y Thaad, el ataque fue exitoso, lo que ha llevado a una investigación para determinar las fallas en los protocolos de defensa.
Se reportaron seis personas heridas, aunque afortunadamente, todas se encuentran en condiciones estables.
Reacciones de los ciudadanos y el impacto en el tráfico aéreo
La alarma se activó en el aeropuerto y en el centro del país, lo que llevó a la evacuación de miles de pasajeros hacia zonas seguras. La sensación de vulnerabilidad se apoderó de los viajeros, quienes comenzaron a reflexionar sobre la posibilidad de una tragedia mayor. Las aerolíneas internacionales, conscientes del riesgo, comenzaron a cancelar vuelos, lo que refleja el impacto inmediato que este ataque ha tenido en la conectividad de Israel con el resto del mundo.
La respuesta militar israelí y la escalada del conflicto
En respuesta al ataque, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha prometido una ofensiva contundente contra los hutíes, señalando que las represalias no se harán esperar. La situación se complica aún más debido a la reciente intensificación de los ataques por parte de los hutíes, quienes han declarado su intención de continuar atacando objetivos israelíes. Este contexto de escalada militar plantea serias preocupaciones sobre la estabilidad en la región y las posibles repercusiones para la población civil.
El ataque no solo ha evidenciado la capacidad de los hutíes para llevar a cabo operaciones en territorio israelí, sino que también ha puesto en jaque la estrategia de defensa del país. A medida que las tensiones aumentan, la comunidad internacional observa con atención, esperando que se eviten mayores escaladas de violencia que puedan resultar en un conflicto más amplio.
