Tras ganar la Palma de Oro en el Festival de Cannes de este año, el nuevo film de Julia Ducournau desembarca en las carteleras españolas.
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‘Titane’ ha llegado a las carteleras de los cines de España este viernes 8 de octubre tras ganar la Palma de Oro en Cannes.
‘Titane’, Palma de Oro en Cannes, llega a España
Con su segundo largometraje, Julia Ducournau quiso ser una de las grandes promesas del cine europeo.
Los premios sirven de algo, la Palma de Oro ha confirmado a una cineasta dispuesta a quedarse. Ya epató con su ópera prima, ‘Crudo’ (2016), tras colocase en la órbita de los nuevos talentos que están llamados a tener, al menos, una carrera larga.
Con Titane, Ducornau reflexiona sobre este hecho: las cunetas están llenas de cadáveres de ‘one hit wonders’. Esta expresión la emplean los anglosajones para referirse a quienes, después de un gran bombazo, se pierden en el olvido de la medianía.
Varios festivales en España ya han proyectado a la Palma de Oro
Esta segunda película como directora y guionista de la francesa afronta el tema de la identidad y del género, entre otras. Lo hace de la manera menos académica y dogmática posible, con un ‘thriller’ tan visceral como estilizado. Ducournau invita al espectador a asistir al nacimiento de una nueva humanidad fuera de los cánones. Al igual que en ‘Crudo’, Ducournau emplea la materia, la carne y el metal, para redefinir la naturaleza de sus personajes. Su protagonista, Alexia lleva implantada una placa de titanio en la cabeza. Sufrió un accidente de tráfico de pequeña y ha parecido siempre una mujer biónica. Su naturaleza es, por tanto, humana, pero también mecánica, y por ello siente una pulsión hacia las máquinas.
La reacción de España ante Titane, la última Palma de Oro
La película está repleta de referencias al cine de autor de las últimas décadas. Hay un especial interés en mantener un aura provocativa subliminal, como en todas las películas de Haneke, y una voluntad de epatar muy similar a la de Gaspar Noé. La película viene acompañada por una banda sonora que enfatiza las texturas metálicas con electrónica. Los colores ácidos, las medias de rejilla y unas bases machaconas asientan el estado emocional de una película que cambia entre el arrebato homicida y una profunda sensibilidad. La profundidad llega cuando, una vez conocidos los personajes, intimamos con ellos y nos resultan hasta entrañables. Así, lo que empieza como un ‘thriller’ de asesinatos, puede acabar como una historia de amor monstruosamente bella.
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