En las Galas de Gran hermano 11 nos guardan un montón de emociones, como el saber que Hans se confesó transexual a Saray.
Entre semana nos dosifican un poco, pero los jueves nos lo sueltan todo de golpe, así que estas son dos de las noticias que se tenían guardadas para sorprendernos un poco el día de expulsiones.
Rebeca, la loca de la doble personalidad, que parecía que no había matado ni a una mosca en su vida, con todo ese rollo de “qué bonito eres, es tan bonita… son superbonitos”, durante el cumpleaños de Tatiana, se volvió loca (otra vez), porque está bastante salida la chica, y empezó a gritar a Toscano varias cosas, entre ellas “¡que no quiero que me digas, quiero que me hagas!” hasta que el otro se la colocó a horcajadas en la silla, y la besó.
Y Rebeca supercontenta.
En fin, que Tatiana tan pancha, en el confesionario decía “me río, me río , me río”, y Toscano daba sus explicaciones a los demás, “tampoco voy buscando na con la Rebeca, pero no me importaría”.
Más claro agua, que aquí están todos igual de necesitados, parece.
Por último vimos a Juan, otra vez de conversaciones con Indhira, diciendole que cuando la vio nada más entra en la casa pensó que ella era la morena que le habían puesto a él “ahí está la morena que pedí”.
¿Será que en el casting te preguntas qué quieres dentro de la casa y si tienes suerte te lo colocan?Ella, a solas, muy íntimamente, le confiesa sus temores a Saray, “y Juan otra vez, que cuando entró pensó que me habían puesto para él, yo creo que le gusto tía”.
Y la otra asintiendo, como si le estuviera hablando de la fusión de átomos… Juanito, que se te ve el plumero, pero que mientra Indhira tenga cerquita a El Hombre, poco tienes que hacer.
Pobre, si en el fondo es un perdedor cutre.
