Estamos asistiendo a una de las parejas más estrambóticas que nos podíamos imaginar en Gran Hemano El Retorno.
Ana Toro, que es algo así como la Agatha Ruiz de la Prada –en versión aún més extravagante- del programa y Nico, que a pesar de que es un tostón parece buen tipo, se han besado en los morros.
Los dos han vivido problemas amorosos en sus ediciones respectivas.
Nico vivió el acoso y derribo de Fresita (¡socorro!) y luego ella lo acusó de portarse mal con ella y engañarla fuera de la casa.
Por su parte, Ana se colgó de Germán (que también fue tronista de Mujeres y Hombres y Viceversa) pero él prefirió televisar sus ligoteos a probar suerte con ella.
Ana no se esconde y confiesa a Chiqui y a los espectadores en el confesionario que le gusta el italiano y que le gusta que la abrace porque le aprieta el pecho.
Con el volumen que ha cogido NIco en los últimos años debería vigilar si no quiere que la aplaste…Nico no acaba de aclarar si le gusta Ana o no.
Por un lado destaca de ella que no es tan superficial como parece, que, al contrario, es muy culta y original (bonito eufemismo para decir que es rara, rara, rara…), pero parece que no le apetece tener líos amorosos en la casa.
Aunque luego reconoce que no dirá que de esa agua no beberá, porque nunca se sabe… Tanta indecisión me hace pensar que su no es un sí.
Finalmente ambos se han besado en los morros y bromean continuamente sobre pedir una hora sin cámaras para dar rienda suelta a su pasión, idea que parece que encanta a sus compañeros… Madre mía, imaginaos cenar con la pareja formada por Nico y Ana… O uno se toma una sobredosis de aspirinas para prevenir el dolor de cabeza o es para que te dé un síncope…
