A falta de personaje mediático tras el fallecimiento de Jade Goody, el pueblo británico ha encontrado una nueva perla llamada Susan Boyle.
Si ya el vídeo de su casting en el Britain Got Talent fuera una verdadera revelación, la entrevista en la que declaraba que ningún hombre la había tocado ni para besarla no iba a ser para menos.
La productora americana Kick Ass Films, encargada de hacer películas pornográficas como bien habreis podido deducir del nombre de la misma, le ha hecho una suculenta oferta a la señora Boyle.
Le ofrece 700.
000 € por perder la virginidad en una película porno, oferta la cual consideran que será de su agrado pues dan por hecho que la protagonista, con la edad que tiene y su impoluto estado de gracia, estará deseando que un hombre la magree, la manosee, la acaricie y la penetre hasta que Susan cante la Traviata.
Pero la productora no está para monsergas y la oferta viene con ultimátum.
Sólo tiene una semana para responder pues es ahora cuando la joven mozuela está de moda y el rodaje de la película necesita su tiempo.
De hecho, la popularidad de Susan es tan desconmensurada que el vídeo de su actuación ha llegado a los 85 millones de visitas, un récord absoluto que ha eclipsado otros vídeos que llevaban meses en el top de los más vistos.
Que sepais que Susan, de aceptar la oferta, tendría todo tipo de privilegios, siendo el billete de avión gratuito lo primero y escogiendo a su compañero de reparto lo segundo a destacar.
Así que imaginaos el percal, rica al instante y estrenándose con un actor cachas, moreno, alto, y super bien dotado.
Mi mente perversa ya se está imaginando que para semejante evento podría volver a rodar el mítico Rocco Sifredi.
Con 47 años, virgen, casta y pura, es el fenómeno del momento, un portento de voz escondido en una cara y un cuerpo antiestéticos; un nuevo reclamo en el que entrever todo tipo de moralejas y mensajes dirigidos directamente a la moral humana.
Susan lleva más de 60 entrevistas concedidas y, en breve, será una invitada de lujo en el programa de Oprah Winfrey.
Ahí es nada.
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