A Madonna le ha dolido muchísimo que le denieguen la adopción de Mercy, la niña de Malaui de tres añitos a la que tenía planeado rescatar del orfanato.
La jueza, Esmie Chondo (¿a que no eres capaz de pronunciarlo tres veces seguidas muy deprisa sin reír?), denegó la petición de Madonna hace dos semanas alegando, entre otras cosas, que las leyes del país prohíben adoptar a las personas que no hayan residido en Malaui durante al menos 18 meses.
Y digo yo, ¿y esta ley es nueva, o es que por algún motivo no estaba vigente cuando adoptó a su otro hijo?¿ O es que esta vez está dispuesta a soltar menos dinero para untar a los jueces? Se alegaron otras cosas, como que ahora que la cantante se había divorciado, la niña no tendría la estabilidad de un hogar, dado que Madonna es más bien, a ojos de las autoridades, algo ligerilla de cascos.
La diva, como está muy dolida por eso de que le digan que es “un hogar desestructurado”, ha decidido ponerle remedio al asunto de la única manera que sabe ella: a golpe de billetera.
Y como se ve que el dinero no ha sido suficiente para sobornar a ningún juez, se ha gastado cuarenta millodes de dólares en comprarse una casita en Nueva York.
Se trata de una “chocita” de cuatro pisos en la zona del Upper East Side de Manhattan, situada justo entre la calle 81 y la Avenida Lexington.
Es de estilo georgiano, y tiene un “jardincito” de 280 metros cuadrados, un garaje de dos plazas (para ella y su fututo amante, ahora que sabemos que lo ha dejado con Jesús Luz), un ascensor (¿?) (sí, un ascensor), nueve chimenenas, una bodega, 13 habitaciones y 14 cuartos de baños.
Que no entiendo yo esa manía de las casas americanas de tener siempre un bano más que habitaciones.
¿ Qué pasa, que de repente vas a tener que usar el de invitados porque el tuyo te lo haya ocupado alguien?En cualquier caso, a ver si se reconcilia ya con Jesús, o si se echa otro nuevo, pero que aproveche al menos ese “nidito de amor”, que da lástima, tanto cuarto de baño desperdiciado.
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