Un estudio multinacional dirigido por el profesor de la Universidad de Harvard Calestous Juma -titulado La nueva cosecha: innovación agrícola en África- indica que los países africanos pueden independizarse de las importaciones de alimentos y producir por sí mismas lo suficiente para alimentar a una población cada vez mayor dentro de una generación, incluso pese a los efectos del cambio climático.
Por supuesto, ello requeriría grandes cambios en las políticas que han llevado a la dependencia de las donaciones de ayuda alimentaria y las importaciones.
Y ese, el cambio político, es quizás el cambio más difícil de todos.
En una entrevista telefónica con Reuters, Juma dio un ejemplo de la realidad política en el continente: el ejército se puede negar a construir una nueva carretera vital para distribuir alimentos si lo ordena el ministro de Agricultura, pero lo hará si lo pide el Presidente, que es el comandante en jefe.
De acuerdo con Juma, la investigación, incluida la modificación genética, podría ayudar al desarrollo de nuevos cultivos, tal vez aprovechando las características de las variedades indígenas.
Recientemente os hablamos de un estudio elaborado por el Centro de Arroz de África, AfricaRice, el cual señala que, aunque con menor rendimiento, el arroz africano es más fuerte, más hábil frente a las malas hierbas, las pestes, las enfermedades y el clima volátil.
Refiriéndose al estudio, el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, dijo que las nuevas tecnologías, especialmente la biotecnología, proporcionará a los países africanos herramientas adicionales para mejorar el bienestar de los agricultores.
Los científicos climáticos del panel de Naciones Unidas dicen que hasta 220 millones de personas en África podrían enfrentarse a perturbaciones adicionales para el abastecimiento de agua para el año 2020.
Se dice que el continente se enfrenta a más olas de calor, inundaciones, deslizamientos de tierra, desertificación y sequía.
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