Txema Oleaga comparte su experiencia en la masonería y su impacto en la vida política.

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La masonería como camino hacia el autoconocimiento
Txema Oleaga, Gran Maestro de la Gran Logia de España, ha compartido su experiencia en la masonería, destacando cómo esta práctica le ha permitido encontrar un espacio de espiritualidad y autoconocimiento.
En una reciente entrevista, Oleaga expresó que sentía una profunda necesidad de trabajar en su interior y de buscar un perfeccionamiento personal, algo que no había logrado hasta que se adentró en el mundo masónico. La repetición de rituales y la realización de tenidas, que son las reuniones de los masones, le brindaron un sentido de comunidad y propósito.
Rituales que conectan a los hermanos
La ceremonia de apertura de las tenidas es, según Oleaga, un momento espectacular. En esos instantes, todos los hermanos se concentran en el propósito de la reunión, dejando de lado las preocupaciones cotidianas. Este acto simbólico no solo refuerza la conexión entre los miembros, sino que también les permite reflexionar sobre su vida y sus valores. Oleaga menciona que, a pesar de las dificultades y los prejuicios que enfrenta la masonería, estos rituales son un refugio donde se promueve la tolerancia y el respeto mutuo.
Desafíos en la vida pública y la masonería
A lo largo de su carrera política, Oleaga ha enfrentado el estigma asociado a la masonería, especialmente en un contexto donde algunas autoridades evitan asociarse con esta práctica. Sin embargo, él ha defendido la masonería como un espacio de tolerancia y diálogo, incluso en tiempos de conflicto. Recordando su ingreso a la logia de San Sebastián durante la actividad de ETA, Oleaga reflexiona sobre cómo la masonería puede ser un lugar de encuentro, incluso entre personas con ideologías diferentes. Este aspecto de la masonería, que promueve la convivencia y el entendimiento, es fundamental en un mundo donde el fanatismo y la violencia pueden prevalecer.
La masonería como respuesta al fanatismo
Oleaga también ha sido testigo del impacto del fanatismo en su tierra, donde el terrorismo ha dejado cicatrices profundas. En su opinión, la masonería ofrece una respuesta a esta problemática al fomentar el respeto por el prójimo y rechazar la cosificación del otro. En sus palabras, “cuando conviertes al prójimo en un objeto, se vuelve fácil atacarlo”. Esta visión crítica del fanatismo resuena en su compromiso con la masonería, que busca construir puentes en lugar de muros.
Reflexiones finales sobre la masonería y la vida
La experiencia de Txema Oleaga en la masonería es un testimonio de cómo esta práctica puede influir positivamente en la vida de las personas, ofreciendo un espacio para la reflexión, el autoconocimiento y la tolerancia. A medida que la sociedad enfrenta desafíos cada vez mayores, la masonería se presenta como una alternativa valiosa para aquellos que buscan un sentido de comunidad y un camino hacia el entendimiento mutuo.