La película más cara de Netflix plantea preguntas sobre la humanidad y la tecnología.

Temas cubiertos
Una producción monumental
‘Estado eléctrico’ se ha convertido en la película más costosa de la historia de Netflix, con un presupuesto que alcanza los 320 millones de dólares. Este ambicioso proyecto, dirigido por los hermanos Russo, conocidos por su trabajo en ‘Vengadores: Infinity War’, se estrena en un momento en que la audiencia busca contenido que no solo entretenga, sino que también ofrezca una reflexión profunda sobre la realidad contemporánea.
Trama y mensaje central
La película narra una historia en un mundo retrofuturista donde los robots, que han sido esclavizados, se rebelan contra sus opresores. Protagonizada por Chris Pratt y Millie Bobby Brown, ‘Estado eléctrico’ se presenta como una road movie que explora la lucha por la libertad y la búsqueda de la humanidad en un entorno dominado por la tecnología.
A través de su narrativa, los hermanos Russo plantean preguntas sobre la naturaleza humana y la relación que mantenemos con la tecnología, sugiriendo que, en ocasiones, las máquinas pueden mostrar más humanidad que los propios humanos.
Reflexiones sobre la tecnología y la humanidad
En una reciente entrevista, los hermanos Russo compartieron su visión sobre el mensaje de la película. Aseguran que ‘Estado eléctrico’ no busca ofrecer respuestas definitivas, sino más bien invitar a la reflexión. En un mundo donde la tecnología puede deshumanizarnos, la película aboga por la amabilidad y la conexión entre las personas. Los directores advierten sobre el peligro de la disociación que la tecnología puede provocar, donde la comunicación se reduce a gritos a través de pantallas, en lugar de fomentar el diálogo y la empatía.
Un llamado a la conexión humana
La película también se convierte en un manifiesto sobre la importancia del contacto humano en un mundo cada vez más digital. Los Russo enfatizan que, aunque la tecnología es poderosa y puede ser absorbente, es crucial encontrar un equilibrio y no perder de vista nuestra humanidad. ‘Estado eléctrico’ nos recuerda que, independientemente de si somos humanos o máquinas, nuestra misión debe ser la de ser amables y mantenernos conectados con los demás. Este mensaje resuena especialmente en una época de polarización y división, donde es fácil juzgar a los demás sin comprender sus realidades.
Conclusiones sobre la diversidad y la empatía
Finalmente, los hermanos Russo destacan que la diversidad de los personajes en ‘Estado eléctrico’ simboliza la necesidad de unirnos en lugar de separarnos. A través de la historia de los robots, la película invita a reflexionar sobre cómo a menudo despersonalizamos a aquellos que no entendemos, impulsados por el miedo. En este sentido, ‘Estado eléctrico’ no solo es una película de ciencia ficción, sino un espejo de nuestra sociedad actual, que nos desafía a mirar más allá de las diferencias y encontrar lo que realmente nos une.