Jade Goody, la ex gran hermana británica que padece cáncer terminal, y a la que se le auguran apenas unas semanas de vida, ha cambiado de opinión y ha decidido que no televisará su muerte, que era lo que tenía planeado.
Así lo ha afirmado a los medios su agente de relaciones públicas: Tal vez querrá conceder una entrevista a Piers (Morgan, famoso periodista británico) para la cadena ITV y tal vez hacer alguna obra benéfica, pero no más: la telerrealidad sólo puede soportar la realidad hasta un punto – Max Clifford (traducción libre)Al menos en el último momento parece que la chica está entrando en razón.
En estos momentos estará atareadísima ultimando los detalles de última hora de su esperada boda con Jack Tweed, otro ex concursante de gran hermano, de 21 años de edad, que se encuentra en libertad vigilada por agredir a un adolescente con un palo de golf.
Pero qué fauna, madre mía.
Han vendido la exclusiva de la boda a la revista OK! por 780.
000 euros, y la cadena Living Tv ha pagado 110.
000 euros por los derechos de retransmisión del enlace que tendrá lugar esta tarde.
Jade quería sentirse como una princesa de cuento de hadas, y está haciendo todo lo posible por hacer realidad este último sueño antes de morir.
Dice que intentará caminar erguida, sin su silla de ruedas, hasta el altar, y en el vestido llevará escondidos potentes analgésicos (morfínicos, diría yo, dado el avanzado estado de su enfermedad) por si se diera el caso de que no pudiera aguantar el dolor durante la ceremonia.
Afirma que no llevará velo porque prefiere que todos vean en su cabeza descubierta los estragos de la quimioterapia.
Puesto que el novio está en libertad vigilada y tiene toque de queda a las diez en casa de su madre, han tenido que solicitar un permiso especial para que le permitan disfrutar de su noche de bodas hasta las tres de la madrugada, que pasarán en el cuarto de la novia, que ha sido pintado de rosa para la ocasión.
Sólo dos cosas me hacen no meterme demasiado con todo este circo grotesco: que quizá sea verdad que es su sueño, y que al menos sus dos hijos no pasarán hambre en la vida.
Vía
