Los días del fin de semana fueron días de estrenos.
Las cadenas comenzaron a lanzar sus propuestas veraniegas, y la Abc no ha sido una excepción.
The Gates es una de las más sólidas apuestas en su programación, y tras ver el primer episodio, esa sensación se ha confirmado.
Enmarcada dentro de una urbanización de lujo de esas que parecen perfectas, la acción arranca cuando el nuevo jefe de policía (Frank Grillo) llega junto a su familia a instalarse en su nuevo trabajo.
Lo que parece un tranquilo refugio tras un año complicado, comienza a verse como algo diferente nada más instalarse.
El episodio comienza, no obstante, con una historia paralela.
Una de las vecinas de The Gates, Claire (Rhona Mitra), está regando el jardín, cuando su hija pequeña está a punto de ser atropellada por una furgoneta.
Afortunadamente, el conductor consigue evitar a la niña, pero sufre un corte en la cabeza.
Claire le invita a entrar, pero se muestra nerviosa al ver la sangre.
En el interior, él le tira los tejos.
Se trata de un contratista externo, alguien que no vive en la urbanización.
Claire entra en el juego y cuando parece que está intimando con él, le surgen unos colmillos vampíricos y lo mata.
Nerviosa, guarda el sangriento contenido de su fruto en un recipiente… Nick Monahan, el nuevo jefe, llega a su estupendo nuevo hogar, y mientras su mujer Sarah (Marisol Nichols) conoce a Claire, que les lleva una lasaña como bienvenida, este se dirige a la comisaria para conocer a sus subordinados.
De camino, deja a sus hijos en el colegio, y es entonces cuando averiguamos que Charlie, el mayor, no está muy conforme con el traslado desde Chicago hasta un pueblo perdido lleno de snobs y nuevos ricos.
La cara le cambia cuando conoce a Andie, una compañera de clase con la que salta la chispa.
Aunque a Brett, el chico de esta no le guste.
Ella le convence para que ayude en un proyecto para la Feria de la Cosecha, y queda con él en el campo de fútbol.
En la comisaría, Nick descubre su primer trabajo.
Un contratista ha desaparecido en The Gates, justo después de tener un accidente, pero las cámaras de seguridad de la zona no funcionaron cuando lo necesitaban.
Uno de sus agentes le comunica que el accidentado entró en casa de los Radcliff, acompañado por Claire Radcliff y no saben cómo salió de la urbanización.
Nick decide interrogar a los dueños de la casa.
El marido de Claire llega a casa mientras ella esconde la sangre en una botella, y sale a su encuentro.
Él huele la sangre en su aliento y le hace confesarle dónde está el cadáver.
Le insiste en que no debía haberlo hecho, porque la vida de su hija adoptada depende de que mantengan su secreto a salvo.
En ese momento llega Nick con uno de sus hombres y les interrogan.
Ella asegura que no sabe nada más del hombre, y su marido, Dylan, respalda la declaración.
El nuevo jefe de policía no se va muy convencido.
Dylan (Luke Mably), comienza a pensar como sacar el cadáver sin levantar sospechas.
En el colegio, Charlie va a ver a Andie en el campo de fútbol, donde está entrenando el equipo escolar, con Brett en la pista.
Al verlos juntos, este se altera y provoca un pequeño accidente en el juego.
Es mucho más fuerte de lo que parece.
De camino a casa, un amigo para a Brett y le recrimina su arranque de furia en el partido.
Le dice que deben mantener la compostura en The Gates.
Aunque no lo dicen, comenzamos a sospechar sin género de dudas qué tipo de criatura es Brett.
Esa misma noche, Dylan y Claire sacan el cuerpo y la furgoneta de la urbanización, utilizando unas galletas con alguna substancia extraña con el portero, que le hacen dormir.
Las substáncias las aporta Devon (Chandra West), una herboristera que junto a Peg (Victoria Gabrielle Platt), otra homeópata, forman una especie de círculo mágico que realiza pócimas y otros mejunjes que mantienen a los vecinos de The Gates a raya.
Aunque Devon lo hace en su propio beneficio, y Peg parece ser una persona más abierta y sin ningún tipo de maldad escondida.
Al menos, por ahora.
Nick visita por la noche a los Radcliff, ya que sospecha de ellos, pero es sorprendido por Dylan, un encuentro que le salva de ser atacado por Claire, que le ha oído e intenta ocultar el asesinato del contratista.
Nick es invitado a irse, tras decir que tienen un aviso de merodeador.
Al día siguiente, Brett ve a Edie y Charlie juntos y sufre un ataque de ira en uno de los servicios del instituto.
Destroza un lavabo y el espejo, y al momento, entra Charlie.
Él ya se ha recuperado, pero le deja bien claro que él sale con Edie y que no debe entrometerse.
En la comisaría, Nick recibe la visita del promotor de la urbanización, que le sugiere que no se entrometa demasiado en la privacidad de los vecinos, en clara referencia a los Radcliffe.
Al cabo del rato, llega denegada la orden de registro para su casa.
El caso está desarmado.
Tras la fiesta de la cosecha, Edie y Charlie quedan en un bosque cercano a la feria, dentro del recinto.
Brett les observa y se enfuerce, convirtiéndose en lobo.
La aparición de su amigo, que le detiene, evita que mate a Charlie.
Le dice que ese no es el camino y que espere.
Los dos chicos, que no han visto nada, sí han oído el rugido de Brett, y deciden irse.
Más tarde, llaman a Nick.
Han encontrado un cuerpo en el lago de la urbanización, y no es el del contratista.
Cuando llega, sus compañeros le confirman que se trata del antiguo jefe de policía, al que todos creían retirado en México.
Algo extraño ocurre en The Gates, desde luego…
