La llegada de Orlando al plató de Gran Hermano ha sido sin lugar a dudas la que se ha recibido con mayor efusividad por parte de sus compañeros.
No en vano diez de ellos esperaban que se hiciese con la victoria, aunque al final no pudo ser, y el feriante ha tenido que conformarse con un merecidísimo segundo puesto.
Como aperitivo, una buena ración de vídeos de cuando Chiki estaba enamoradísima de él.
Asunto al que él ha quitado mucho hierro con sentido del humor (”Chiki se ha enamorado hasta del súper”.
“¿Pero de qué súper?”, ha preguntado Mercedes Milá.
“Del súper mega guay”, ha respondido ella muy flamenca.
“Pues te advierto que ése es muy guapo”, le ha dicho la presentadora, a lo que Orlando ha comentado: “Pues que tiemble…”).
Después, el tan esperado momento del reencuentro con Nani, y el aclarar un poco la situación actual y sus sentimientos.
Mejor os lo reflejo literalmente, que si no no soy capaz de ser imparcial con la falta de valor de este muchacho para ser claro de una vez por todas:Orlando: No soy novio de Nani, ni lo fui entonces.
La he echado de menos, pero también se echa de menos a otros compañeros.
Mercedes: ¡Me tienes harta! ¡Harta de que no expreses tus sentimientos, Orlando!Orlando: A ver, no estábamos enamorados… Primero tendremos, no sé, que ser amigos, conocernos y luego ya veremos.
Mercedes: ¿No te das cuenta de que todas las esperanzas de Gran Hermano 10 se centran en vosotros? Sois la única pareja con la que podíamos tener expectativas.
Orlando: Nos seguiremos conociendo, eso seguro… Me sigue gustando, claro que sí.
Y Nani ha añadido un frío “ya hablaremos”, mientras el público silvaba y les gritaba para que se besaran.
Pero nada de nada.
No ha habido beso, ni creo que los haya, porque esta relación se ha enfriado al salir de la casa como se enfría un chocolate grande de los del Starbucks, antes siquiera de que te dé tiempo de acabártelo.
Y como el duelo fuera de la casa había sido entre Nani y Liz, le ha tocado el turno a los vídeos que dejaban entrever los flirteos de la dominicana con Orlando.
Sin embargo ahí sí que ha sabido el chico ser totalmente tajante: “A Liz la quiero mucho, pero como amiga”.
Menos mal, creo que es la primera vez que lo oigo pronunciarse claramente respecto a algo, en lugar de recurrir a las evasivas diplomáticas.
Ha merecido la pena la espera.
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