Christina Ricci se presentó con esas pintas que veis en las fotos al Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Al principio nadie se dio cuenta de por qué iba ella tan tiesa y no quería cruzar los brazos.
La razón era que quería que se vieran bien sus transparencias y, en consecuencia sus tetas.
Y bueno, me diréis si el vestido que lleva no le queda horroroso, porque es que es horroroso.
Tanto maquillaje, tanto pelo recogido perfectamente, para luego estropearlo con un vestido que le queda fatal, y con esas transparencias tan atípicas y tan raras.
Sinceramente, prefiero verla borracha, que por lo menos con eso nos reímos, porque para esto no tengo palabras (y mira que llevo ya tres párrafos escritos con este…).
Disfrutad las fotos, y por favor, si el traje no es tan feo, explicadme qué es lo que no entiendo.
Christina Ricci y las transparencias que dejan todo al aireVía
