Hacía tiempo que no sabíamos nada de Pamela Anderson y ya teníamos ganas de ver de nuevo a la que fue, es y será por siempre uno de los mayores sex-symbols de la tele.
Aquí la tenemos saliendo del aeropuerto, más dormida que despierta, ajena a que los paparazzi estaban muy atentos a cada uno de sus movimientos.
Con un vestido largo blanco de esos que se llevan ahora, Pammy llegó a su destino después de un viaje que al parecer le cansó bastante, porque no abrió los ojos en ningún momento, pareciendo más un zombie andante que otra cosa.
Eso sí, aunque tenga cara de que se acaba de levantar, lo disimuló muy bien con el maquillaje.
Pam era una bella durmiente andante.
Y los tacones que no falten.
No puede ser que una chica de su clase no se ponga tacones cuando va a hacer un viaje en avión.
Es una de las cosas más incómodas que conozco, porque yo suelo ser de las que optan por un look cómodo y desaliñado cuando tengo que ir a los aeropuertos, pero siempre hay alguna divina que se ha levantado 3 horas antes para arreglarse y estar perfecta antes de tener que subirse al avión.
Nunca entenderé por qué, pero hay muchas chonis así…En el caso de Pamela cierto es que aunque lleve taconazos, el vestido parece ser muy cómodo.
Se adapta a las curvas de su cuerpo de una manera muy sensual y poco discreta, dejando entrever más de lo que una mente tranquila puede permitirse ver una mañana tempranera sin alterarse demasiado.
Explosiva como siempre, Pamela sigue estando más que estupenda a sus 43 años.
Muchas son las actrices de hoy en día que también son guapas y sexies, pero lo cierto es que ninguna ha podido igualar lo que fue Pamela Anderson en su día: el mito erótico de los millones de seguidores que tenía uno de sus mayores éxitos, Los Vigilantes de la Playa… el resto ya es historia.
Pamela Anderson luce curvas con un vestido blanco veraniegoFotografía
