Algo está pasando en Estados Unidos.
El movimiento que acaba de realizar Netflix ha deshubicado a mucha gente, y confirma la tendencia que se estaba adivinando desde hace varios meses.
La plataforma de visionado on line de cine y series acaba de lanzar una oferta a los productores de The River para que la serie pase a su servicio de streaming, dejando la cadena ABC, que es quien ha estrenado la primera temporada.
Esto va a suponer un gran cambio en el mercado americano de distribución de series, que va a traer consecuencias los próximos meses.
Si las series comienzan a migrar a este o a otro servicio similar, algo va a cambiar en la forma de producir y estrenar series.
Hay que recordar que Netflix está produciendo dos series propias, que se emitirán a través de internet.
Una de ellas es House of Card, un remake de una serie británica de principios de los años 90, mientras que la otra es Orange is the New Black.
Esta comedia ha sido creada por Jenji Cohan, la responsable de Weeds, y ambas suponen el primer paso para consolidarse como una cadena de televisión más, pero por internet.
The River no es una opción descabellada.
Es una de las series de la cadena ABC que está en la cuerda floja, con más posibilidades de ser cancelada que otras.
La posibilidad de derivar hacia Netflix la salvaría de la quema y podríamos seguir disfrutando de una serie que no ha gozado de la confianza de los espectadores, en un medio más modesto.
No es la única que está pasando por esta negociación.
Hace un par de semanas leíamos que la serie Terra Nova, recién cancelada por Fox, estaba también en el punto de mira de la plataforma.
En este caso, habían sido los productores de la serie los que la habían ofrecido, según los rumores.
¿Ha sido esta primera operación la que ha hecho reconsiderar al operador de streaming la posibilidad de hacerse con nuevas series para ser distribuídas y emitidas por ellos mismos? Podría ser.
Lo que sí es cierto es que este movimiento, que parece tan novedoso hoy, podría dar un vuelco a la situación de esas series que no tienen bastante audiencia como para aguantar en la programación de una gran cadena, pero que podrían hacerlo en este tipo de servicio.
También abre la puerta a nuevas producciones, que tendrían un lugar más donde probar suerte y lanzar propuestas que quizás son demasiado arriesgadas para otras networks.
De todas maneras, se abre una época en la que van a pasar muchas cosas, y muy rápidas que, desde España, vamos a tardar en ver.
Por lo menos, hasta que Netfix llegue de una vez por todas a nuestro país.
Vía
