Sin tetas no hay paraíso estrenó anoche su tercera temporada en Telecinco con un nuevo reparto de lujo.
Cardona pasó la prueba de fuego y consiguió enganchar a aquellos incrédulos que pensaban que sin el Duque (Miguel Ángel Silvestre) la serie ya no tendría sentido.
Pudimos ver a una Cata (Amaia Salamanca) fría, amargada y llena de odio que, a juzgar por la promo, continuará así en el próximo capítulo.
En él, sus amigas no entenderán cómo ha podido pasar de ser una chica tan dulce a convertirse en esta mujer fatal, a la que ya nada le importa.
Paula (Iris Lezcano) y Cris (Thaïs Blume) entienden lo mal que lo ha tenido que pasar entre rejas, sin embargo, Vane (Xenia Tostado) no cree que trabajar en el Ginger la vaya a ayudar demasiado a recuperarse y a dejar atrás su vida anterior.
Ésta, mientras tanto, tendrá pesadillas por las noches que le harán recordar lo mal que lo pasó en la cárcel.
Aunque no quería decirle a su madre que ya había salido de allí, finalmente la llamará y le dará la buena noticia.
Además, hablará con el inspector que la sacó de la cárcel para confirmarle una vez más que hará lo que sea por no volver allí, incluso delatar a su amiga Jessi (María Castro).
Por otro lado, Sandra (Miriam Giovanelli) le comunicará a Jessi que se marcha del Ginger porque Paquito quiere que se vaya a vivir con él y deje la prostitución.
Sin embargo, un último favor que le hará a su jefa, le costará caro ya que, cuando el narcotraficante se entere, no querrá saber nada de ella.
En cuanto a Martín (Manolo Cardona) y su brigada, descubrirán que el hombre al que encontraron muerto en los alrededores del Ginger había sido asesinado dentro del club.
El policía le hará una visita a Jessi y le conseguirá sacar el nombre de Guillermo Mejía (Juan Alfonso Baptista), el Bebe, a cambio de que no le cierre el local.
Una cosa llevará a la otra y terminarán acostándose de nuevo.
Por su parte, Mejía empezará a marcar territorio en el barrio y matará a un miembro de la banda de Paquito.
Éste encargará a sus hombres que les den palizas a los yonkis para dejarles claro a quién le tienen que pillar la droga.
El moreno (Alex García) aprovechará la ocasión para despacharse agusto con el nuevo amiguito de Vane, un chico que acude a sus terapias sobre la droga y que parece bastante interesado en ella.
Además, Mejía se pasará por el club Ginger para ver cómo va el negocio y conocerá a Cata, a la cual intentará tirarle los trastos.
Ésta, sin embargo, se mostrará bastante seca y cortante.
A continuación, aparecerá Jessi pidiéndole que se marche porque al parecer Paquito también está en el local y la cosa podría terminar bastante mal, ya que las dos bandas desenfundarán sus pistolas.
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