La expulsión de hoy en Gran Hermano 12 ha sido diferente.
Mercedes ha comunicado en cada casa quién estaba en peligro de expulsión y quién se quedaba tan tranquilo en la casa.
En la casa blanca, el afortunado ha sido Anup que ha visto como su gran enemiga de la semana; Julia, se marchaba a la zona de peligro.
Qué pocos se esperaba la concursante gitana de este año que debía competir con Patricia, a la que llama “monstruo” y a la que no ha aguantado durante su convivencia.
La más cantarina (dando por hecho que lo que hace se puede denominar “cantar”) ha llegado a la sala de expulsión nerviosísima y sin parar de llorar y de hablar compulsivamente.
Finalmente ha sido Julia la expulsada.
La audiencia no le ha perdonado sus broncas monumentales con Anup, mucho más educado que ella, ni tampoco la crueldad con la que trata a Patricia, por más plomo que sea la rubia de pote.
Al conocer la noticia, la alegría de Patri ha sido inmensa, pero no tanto como cuando Milá le ha anunciado que será ella la que decidirá qué pasa ahora en el concurso.
Se trata de un giro en el programa, que aún está por concretar, y que parece que tendrá lugar en una especie de “jardín mágico”.
A mí me daría pánico pensar que esa mujer tiene que tomar cualquier decisión que me pertoque…Los habitantes se han intercambiado las casas (y con ellas, las reglas para nominar), así que será la rubia la que decida cómo quedan formadas cada una de las casas de Guadalix de este año.
