El otro día pillaron a Leonardo di Caprio y a Bar Refaeli juntos y haciendo el turista por las ruinas de Pompeya, cerca de Napoles.
Junto a ellos estaba la madre de él, Irmalin, y un séquito muy considerable de guardaespaldas fornidos que más que proteger, lo que hacían era llamar la atención.
La visita tuvo que ser placentera e interesante porque las ruinas de Pompeya es un lugar que todo el mundo debería de visitar una vez en la vida, al menos.
Aún así, alguien debió dar el chivatazo o, simplemente, los periodistas ya sabían que la pareja iba a estar ahí.
El caso es que Leonardo se pasó media visita mirando al suelo para que no le fotografiaran y/o para intentar no ser reconocido; una pena, porque aunque el suelo sea también interesante de ver, lo suyo era mirar para arriba.
Se confirma así que la pareja sigue junta y que se va a hacer sus escapaditas, sus viajecitos… un intento muy loable de ser dos personas enamoradas normales a las que les gusta visitar sitios emblemáticos.
Si siguen en Italia para el día de San Valentín, yo les propondría una cena romántica en Florencia, con vistas al Arno y al Ponte Vecchio, o una comida en algún callejón bucólico de Venecia… Di Caprio y Bar Refaeli juntos y de incógnito en las ruinas de PompeyaVía
