Ya lo adveríamos ayer, que Indhira se había arrependido de nominar a Arturo en Gran Hermano 11, y que parecía que había acercamientos.
Pues es definitivo.
Muerto el perro, se acabó la rabia, así que, desaparecida Carol, a Indhira y Arturo se les borra la memoria y empiezan a piropearse, eso sí, a su manera.
Indhira y Arturo empiezan con una especie de diálogo surrealista.
Indhira le dice, cariñosa “Arturo, no sé para que te depilas, porque no tienes muchos musculillos que marcar, eres ancho y fuerte.
Seguro que te pones cachas a poco que hagas·”.
Esto parece un piropo ¿verdad? El Hombre también tiene algo que decir “tú estás muy buena , pero un poco fofilla.
Deberías de hacer pilates”, y ella dice que a lo mejor cuando tenga la edad que él tiene ahora.
Él insiste, “cómo no hagas nada te vas a quedar blanda antes de lo que crees.
Tus morcillas pueden crecer a pasos agigantados.
Estás como un queso pero te podrías convertir en un queso curado”.
Madre mía, esto es amor, y lo demás son tonterías.
Alucinada me hallaba por estas conversaciones, de amor raro y atracción extraña, cuando veo que no queda aquí la cosa, no, no hemos tenido bastante.
Arturo le confiesa, un rato después a Gerardo, que todo lo de Carol fue queriendo, y sólo por darle celos a Indhira ¡¿qué?! (grito yo a la tele) así que todo esto viene de el arrebato de Indhira en el que tira toda la ropa de Arturo al suelo, el se enfada tanto que decide encelarla hasta casi volverla loca.
Y ella cae en la trampa (y Carol también).
Ojo, que aclara también a Gerardo, que las cosas como son, “que si pillas, pillas”.
Sin comentarios.
Y en un momento dado, pasó algo.
“Estás frita por darme un abrazo, ¿a que sí?” y la muchacha se levanta, se echa a su lado y lo abraza.
¿Son los mismos de la semana pasada? ¿estarán abducidos por un extraterrestre? no entiendo nada, pero bueno, si ellos son felices, adelante.
Por cierto, no, todavía no ha habido edredoning.
