Disney lo tiene claro: el público tiene que amar y desear ver a Rapunzel, la protagonista de Enredados.
Su objetivo: evitar el relativo fracaso comercial de su última producción, Tiana y el sapo.
El público internacional (responsable del 61% de los ingresos totales de la película) salvó los muebles después de que Tiana sólo recaudase 106 millones de dólares en Estados Unidos, una cifra decepcionante para el regreso de las animación en dos dimensiones y los números musicales a las propuestas de Disney.
El estudio de Burbank no se puede permitir una nueva decepción y por ello ha puesto toda la carne en el asador promocionando a lo grande su nuevo estreno, que llegará a los cines españoles el 3 de diciembre.
Enredados se convierte además en el ansiado número 50 de la colección Clásicos de Disney con un relato basado en el mítico cuento Rapunzel de los aún más míticos hermanos Grimm, responsables de muchas de las historias (la más importante, Blancanieves y los siete enanitos, la primera película de la factoría de sueños) que han convertido a Disney en lo que un día fue (y ya no es por culpa de su hermana Pixar): el estudio más importante del mundo de la animación.
Para doblar a esta princesa con el pelo más largo jamás conocido la candidata escogida ha sido la actriz y cantante Mandy Moore, que ya había trabajado con el estudio doblando a personajes de Hermano Oso 2, Doctor Dolitte 2 y el videojuego Kingdom Hearts.
Habilidades vocales demostradas aparte, los trabajos más destacados en la filmografía de Moore son el drama romántico adolescente Un paseo para recordar y comedias románticas como Deseando libertad o Princesa por sorpresa.
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