La presentadora Beatriz Montañez ha reaparecido en la radio, tras 5 años viviendo sola y aislada en una cabaña. Con motivo de su libro "Niadela".
Beatriz Montañez, ha reaparecido en un conocido canal de radio, tras 5 años aislada en un cabaña alejada del mundo. Ha sido con motivo de la salida de su libro: «Niadela», donde ha hablado por primera vez de los motivos que la llevaron a alejarse de los focos y de las cámaras de televisión.
Beatriz Montañez: 5 años en una cabaña
Alcanzó el éxito siendo colaboradora de el gran Wyoming en «El Intermedio» desde el 2006 hasta el 2011, después desapareció, y no se la volvió a ver en la tele hasta que en 2014 sustituyó a Sandra Barneda en el programa de Telecinco «Hable con ellas».
La última vez que se la vio fue entre el público de los Goya en 2018 junto a su pareja el director y actor Gustavo Salmerón, quien recibió una estatuilla en la categoría de Mejor Película Documental, por «Muchos hijos, un mono y un castillo». Donde Beatriz aparecía como guionista.
Desde entonces decidió dar un cambio radical en su vida y dejar atrás todo lo relacionado con los platos de televisión y los medios y los eventos públicos. Ha sido hoy, 18 de marzo, cuando ha vuelto a aparecer tras 5 años de ausencia, para conceder una entrevista a la cadena SER.
En la extensa entrevista ha confesado que decidió irse a vivir sola a una cabaña situada en mitad del bosque, donde disfrutaba de la soledad y la tranquilidad.
Vive de forma austera, bebe agua que sale de un pozo y tiene la luz que obtiene de un equipo fotovoltaico. Se hizo vegana y no gasta más de 150 euros al mes en comida, que es su único gasto. Solo rompe su retiro cada 25 días para hacer la compra del mes, y cada cinco o seis para hacer alguna escapada a la ciudad.
Beatriz confiesa que ahora: » Estoy más sensible, más receptiva a todo lo que me rodea, los sonidos, la música», «La soledad es ha sido y será la mejor amiga que he tenido nunca».
¿Por qué se retiró de los medios?
La presentadora cuenta que por entonces, » Había mucho ruido en mi vida y me afectaba mucho todo lo que se decía de mi», «Empecé a oír un tic tac en la cabeza y sentí que en cualquier momento iba a explotar».
Confiesa que se encontraba muy perdida, y entre todos los posibles caminos entre los que podía elegir, escogió el de aislarse, « Necesitaba silencio, para saber exactamente qué camino tenia que tomar, y me di cuenta de que lo más importante era parar y conocerme un poco más».
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