Pompeya: ¿autoerotismo durante la erupción? La foto de un pompeyano carbonizado ha dado la vuelta a la red por la extraña pose, sujeta a malentendidos
Todo el mundo conoce la triste historia de Pompeya, la ciudad de Campania que en el año 79 d.C. quedó totalmente sumergida y destruida por la erupción del Vesubio. En la actualidad, Pompeya es uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes del mundo.
Además, fue declarada, con razón, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.
Hombre carbonizado hallado en Pompeya
Pompeya es, por tanto, un tesoro inestimable para poder proceder a la reconstrucción de la vida de los antiguos romanos. Las excavaciones realizadas han devuelto pinturas, mosaicos, edificios y mobiliario.
Pero, como todos sabemos, también se han encontrado numerosos cuerpos carbonizados, a menudo en excelente estado. Estas son las pobres víctimas que fueron sorprendidas por la erupción del volcán. Y que, como las esculturas, permanecieron fijas en la eternidad en sus poses, en las actitudes de la vida cotidiana que habían asumido poco antes de encontrarse con su repentina muerte.
De entre todos los cadáveres encontrados en Pompeya, hay uno que recientemente ha enloquecido a la red, precisamente por el acto que parece realizar. A juzgar por la foto, parece que este hombre, antes de quedar atrapado en la lava y el lapilli, se estaba masturbando.
Esto es lo que los internautas parecen creer en masa. Sin embargo, Pier Paolo Petrone, experto en Pompeya y vulcanólogo, niega estas suposiciones. De hecho, el estudioso afirma que los cuerpos de los pompeyanos se encuentran a menudo en poses extrañas debido al excesivo calor que, antes de morir, los ponía en situaciones y poses antinaturales.
La verdad sobre la pose asumida
Por lo tanto, lo más probable es que este hombre se retorciera de dolor. Además, la pose final que recuerda a la masturbación fue tomada post mortem, ya que los miembros se han deformado por el fuerte calor que desprenden los piroclastos. El presunto pene, además, no es más que un juego de formas y sombras. De hecho, la mano derecha del sujeto se sitúa a la altura de la pelvis, no a la altura de la ingle.
El calor es también la razón por la que algunos cuerpos se han conservado en una posición similar a la de los boxeadores antes de recibir un golpe. La mayoría de las teorías aceptadas sobre Pompeya coinciden en que los habitantes de la ciudad murieron en cuestión de segundos. Este hecho probablemente les impidió decidir cómo disponer de los últimos momentos de sus vidas.
La gente siempre tiene mucha imaginación, es cierto. Sin embargo, es innegable que esta postura se presta a una cierta incomprensión. Al fin y al cabo, lo que engaña es precisamente la foto. De hecho, visto desde otra perspectiva, está claro que la mano del hombre está colocada sobre la pelvis.
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